La infección urinaria en los gatos es una de las enfermedades más comunes de los gatos. Se puede dar en animales de cualquier edad, aunque es más habitual en gatos adultos y de edad avanzada. Entonces...¿Cómo saber si mi gato tiene una infección urinaria?
Normalmente la infección se produce cuando un microorganismo, normalmente una bacteria, invade las vías urinarias generando inflamación y/o obstrucción de las mismas. La infección puede afectar también a la vejiga, desencadenando una cistitis y a los riñones, siendo causa o consecuencia de cálculos renales.
Los motivos por los que un gato puede sufrir una infección urinaria son diversos: insuficiente ingesta de agua, una alimentación con exceso de sal, un arenero que no se renueva con la frecuencia suficiente, falta de ejercicio físico, obesidad o incluso el estrés. Por eso es importante que tengas claro los cuidados de un gato, para intentar que su salud sea la mejor posible siempre, ya que nosotros seremos responables directos de ella.
En cualquier caso, cuando una bacteria infecta el aparato urinario del animal hay que acudir al veterinario lo antes posible, no solo porque el gato lo va a pasar realmente mal sino, además, porque puede ser peligroso... incluso mortal.
Síntomas de la infección urinaria en gatos
Para actuar con rapidez, debes conocer los síntomas que indican una posible infección urinaria de tu gato. Son fáciles de detectar simplemente observando el comportamiento del gato y otros detalles como:
- El gato orina más de lo normal, muchas veces al día, y poca cantidad.
- Parece costarle. Fíjate si tarda demasiado en hacer pis e incluso da la impresión que fuese a defecar. A veces, el pobre gato hasta llora y maúlla intentando hacer sus necesidades.
- En algunos casos, los gatos presentan incontinencia, no llegan a tiempo a su arenero, algo que es muy extraño dado que son animales extremadamente limpios.
- La orina suele presentar un color rojizo debido a que tal vez incluya trazas de sangre. Otras veces, se ve turbia, no transparente de todo. Además, su olor es más fuerte que el habitual.
- Lógicamente, tu gato no se encuentra bien así que es normal que esté más apagado y con falta de apetito.
Ante estos síntomas, lleva a tu gato al veterinario para confirmar o descartar la infección urinaria con los correspondientes análisis. Con un tratamiento adecuado, generalmente a base de antibióticos, tu gato mejorará a los pocos días.
