Saber qué es la toxoplasmosis de los gatos es una cuestión importante porque existe un gran desconocimiento sobre esta enfermedad, sus causas, sus consecuencias y sus vías de contagio, sobre todo si hablamos de toxoplasmosis en gatos que puedan convivir con mujeres embarazadas.
¿Qué causa la toxoplasmosis en los gatos?
La toxoplasmosis de los gatos es la enfermedad que provoca un minúsculo parásito llamado toxoplasma gondii. Puede elegir al gato como hábitat perfecto para crecer, desarrollarse y reproducirse, pero también a otros mamíferos.
Se trata de un parásito interno cuya presencia puede tener síntomas diversos o incluso presentar una total ausencia de los mismos. Las diarreas frecuentes y sin motivo aparente son una de las pocas “pistas” que pueden hacer sospechar que nuestro gato tiene toxoplasmosis.
Este parásito ataca especialmente a los gatos con un sistema inmunitario deficiente o debilitado por causas diversas. Hay que recordar que se trata de un parásito de los gatos por lo que, al ser eliminado con un tratamiento adecuado, el felino se recupera sin mayores consecuencias. Debilidad, aletargamiento y falta de apetito pueden ser síntomas de toxoplasmosis.
El contagio a los humanos es poco frecuente porque para que se produzca tiene que existir un contacto directo con la heces del felino y además, en un periodo de tiempo concreto, aquel en el que el parásito está activo. ¿Se puede tener gato estando embarazada? Por supuesto. La relación entre gatos- toxoplasmosis- daño al bebé de una mujer embarazada existe pero es muy poco probable. Tendrían que darse unas circunstancias físicas y ambientales determinadas para que esta situación pudiese darse. El parásito en cuestión puede alojarse en un gato o en un cerdito cuya pata de jamón resulta de lo más apetecible.
En cuanto al gato, ésta es una enfermedad que debe tratarse porque la presencia del parásito en el organismo del animal por un tiempo prolongado siempre acarreará debilitamiento de sus defensas, de sus reservas de energía y de su salud en general.
