Son curiosos por naturaleza y su habilitad para trepar es algo que todos conocemos. Si la mesa se ha convertido en uno de sus lugares favoritos y no quieres que se suba a ella, tendrás que tomar medidas lo antes posible. Cuanto más joven sea tu gato más fácil te resultará corregir su conducta y lograr tu objetivo. Así pues, ¿cómo educar a tu gato para que no se suba a la mesa? Descúbrelo con nosotros.
Intenta, al menos temporalmente, que no haya nada en la mesa que pueda llamar su atención. Por supuesto, no dejes comida de ningún tipo, pero ten en cuenta que puede atraerle cualquier cosa: un llavero que dejas habitualmente, tu cartera, un adorno, una planta decorativa… deja la mesa totalmente vacía y limpia (si además consigues que la superficie resbale, mejor). Si has conseguido educar a tu gato para que haga sus necesidades donde debe, lo tendrás mucho más fácil.
Además, corrígele cada vez que le pilles in fraganti en su intento de subir o si ves que ya se ha instalado en tu particular atalaya. Dile ¡No! y échalo inmediatamente de la mesa. Una vez más, recuerda que la paciencia es tu mejor arma para educar a tu gatito. Si no hay manera, también tienes algunos trucos que pueden resultarte interesantes a la hora de acabar con la molesta situación.
Prueba a poner algún tipo de cinta o papel adhesivo en la mesa de manera que, a su llegada, sus patitas se queden pegadas. Se sorprenderá y no le hará ninguna gracia. Algo que haga ruido cuando aterrice en a la mesa, por ejemplo: unos trozos de papel de aluminio o unas bolas de papel de periódico arrugado, tal vez consiga que se le quiten las ganas de volver a intentarlo. Otra posibilidad es aplicarle un spray con agua, medida efectiva pero de la que no somos muy partidarios porque el gato la interpretaría como una agresión por tu parte. Existen también aerosoles que desprenden olores desagradables para los mininos. Echarlos en las patas del mueble al que no quieres que se acerque es, sin duda, una buena idea.
