Los gatos son animales muy limpios; basta con observar el tiempo que dedican a su cuidado personal lamiendo escrupulosamente sus patas, así que no te costará mucho enseñarle dónde debe hacer sus necesidades, sobre todo si hablamos de un gato bebé. En el momento que entienda que esa caja con arena es “el sitio”, no tendrás problemas porque allí irá cada vez que lo requiera. Así pues, ¿cómo educar a tu gato para que haga sus necesidades donde debe? Presta especial atención.
Cómo educar a tu gato para ir al baño
En primer lugar, tienes que ponérselo fácil, es decir, el gatito está aprendiendo y necesita que su arenero le resulte cómodo y accesible. Compra uno lo suficientemente holgado (¡ojo!, crecerá muy deprisa) y asegúrate que puede entrar en él fácilmente (algunos tienen una parte más baja para que los gatitos más pequeños puedan entrar sin problemas).
Coloca su caja en un lugar tranquilo (como le ocurre a cualquiera, para “sus cosas” necesita un poquito de intimidad) y alejado de su comida.
Durante los primeros días de este proceso de enseñanza, déjale que husmee esa caja. Deber familiarizarse con ella aunque no sepa muy bien para qué sirve. Si no muestra interés, llévalo tú e intenta que permanezca ahí al menos unos minutos. Hazlo un par de veces al día. Cuando intuyas que el gato está a punto de ir “al servicio” (pasados 20 minutos después de comer o simplemente cuando observes que se agacha porque va a defecar) cógelo suavemente de la piel del cuello y llévalo a su caja.
Es cuestión de un poco de paciencia. Lo normal, es que el gato capte rápidamente que ése es el sitio para hacer sus necesidades. Las primeras veces que vaya a su caja, prémiale con una caricia o palabra amable y, si hay algún “accidente” (parte por fuera) no le regañes cerca de la caja (la relacionaría con algo malo y te resultaría más difícil que la aceptase). Si lo ha hecho donde no debe, insiste llevándole a su caja una vez más.
Por último, recuerda que lo mejor es emplear arena absorbente específica para este fin y que debe estar lo más limpia posible. ¿Utilizarías tú un baño sucio?, pues él, tampoco.
