Empezamos por una obviedad pero que en ocasiones olvidamos: un gato no es un perro y para él el concepto de obediencia es muy distinto al de los canes. Seguramente el gato es el animal doméstico más independiente que puedas encontrar y te hará caso relativamente. No olvides que él te ve como a un igual y no como a su amo/a. Aún así, ¿qué puedes hacer para que un gato te haga más caso? Presta especial atención.
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4 trucos para que tu gato te haga caso
Aun así, si de lo que se trata es de establecer una serie de normas que él asuma, hay algunos consejos básicos que debes seguir:
- Comienza a enseñar a tu gato desde el mismo instante en que estés con él. Si hablamos de un cachorro, todo será más fácil con estos consejos para educar a un gato bebé, pero también puedes lograr que un gato adulto acabe haciéndote caso. Pon las normas desde el primer momento y mantenlas sin excepciones. Si cuando hace algo mal unas veces le regañas, otras no le dices nada y en ocasiones hasta le premias, el gato no entenderá nada y no sabrá cómo debe actuar.
- Cubre sus necesidades básicas. Un gato bien atendido a nivel alimentación, higiene, con espacios definidos donde dormir o jugar, con su rascador… si cuenta con todo esto, será más fácil que te haga caso cuando le prohíbas cosas como arañar el sofá o acercarse a la mesa cuando estáis comiendo.
- Sé enérgica pero nunca con castigos físicos. Si el gato "pasa olímpicamente" de lo que le pides, enfádate con él y muéstrale tu disgusto con una palabra fuerte y también con tu lenguaje corporal. Un gesto que exprese tu rechazo, que no quieres, por ejemplo, continuar jugando con él porque te ha arañado, una mano extendida que indique ¡fuera!... seguro que entiende que no te ha gustado nada lo que acaba de hacer. Gritarle o pegarle no está bien y además solo valdrá para sembrar temor y resentimiento.
- Prémiale. Si quieres que tu gato te haga caso, ¡gánatelo!. Tienes que lograr que tu gato confíe en ti y premiarle con una caricia y quizá también con una golosina cuando haga lo que tú quieres te ayudará a lograrlo.
Ese cóctel de cariño, confianza, alguna “chuche” y también alguna regañina a tiempo es la mezcla perfecta para una buena convivencia con tu mascota.
