¿Dónde y cómo acariciar a un gato?

Aunque a la mayoría de los gatos les encanta que les acaricien, los felinos son muy suyos también para esto. A un gato hay que “pedirle permiso” para acariciarle porque, si en ese momento no le apetece o eres un desconocido para él, puede que no le haga gracia que le toques y no esté en absoluto receptivo. Así pues, ¿dónde debes acariciar a un gato? ¿Cómo puedes acariciar a un gato de la mejor manera posible?

Trucos para que tu gato sea más afectuoso

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Consejos para acariciar a tu gato correctamente

Lo mejor es hacer un primer acercamiento con la mano tendida y a su altura, es decir, agachados o en cuclillas. Si adoptamos esta postura, el gato se siente más relajado y no interpreta invasión de su espacio. Ofrecerle los dedos y la palma de la mano para que olisquee es una manera de saludarle y de decirle que queremos hacerle una carantoña.

Si el gato huele con interés e incluso restriega su cara en la mano, es que está deseando que le acaricies. En caso contrario, lo normal es que vire la cara o que incluso acabe marchándose. En estos casos, mejor no insistir.



La muda del pelo en los gatos

A la hora de mimarle, debes hacer siempre movimientos muy suaves y pausados, sin apretar, hacer cosquillas bruscas o darle palmaditas en el lomo o en la cabeza. Este último gesto, que funciona con los perros, a la mayoría de los gatos no les gusta.

Acaríciale con la mano extendida o con la yema de los dedos en la zona de la cabeza, sobre todo detrás de las orejas y también bajo el mentón. La cara de gusto que ponen cuando unos dedos tocan estas áreas es prueba de que están en la gloria.

También disfrutan con las caricias en su lomo, pero nunca a contrapelo y, además, es preferible dejar su cola fuera del recorrido, porque para algunos, su cola es territorio prohibido. Si acaricias el lomo de un gato y notas que lo arquea, es que está encantado y, con este gesto, intenta propiciar un mayor contacto con tu mano. Si por el contrario opta por marcharse es que no le interesan tus caricias y es mejor dejarlas para otro momento.

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Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


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