Desde que llegan al mundo, los gatos bebés reciben constantes lametazos y arrumacos por parte de su madre, un comportamiento muy natural y característico del instinto maternal. Sin embargo y a medida que van creciendo, son muchos los gatos que adoran que sus dueños los acaricien. Esto sucede, en gran parte, porque buscan esa protección maternal que tuvieron al nacer. ¿Pero por qué mi gato solo quiere que lo acaricie? Te lo explicamos a continuación.
Aunque en ocasiones no sabemos dónde o cuándo le gusta al gato ser acariciado, es preferible dejar que sea el animal el que se acerque a ti, antes que agobiarle demasiado con caricias y achuchones, que quizá no le apetecen justo en este momento. A todos los gatos no les gusta que los acaricien. ¡Recuérdalo!
Razones por las que tu gato quiere que le acaricies
Otro motivo por el que muchos gatos buscan las caricias es para poder impregnarse así del aroma de sus dueños, ya que éstos tienen un olfato muy desarrollado, y una de las maneras que tienen de sentirse cerca de sus dueños es, precisamente, impregnándose de su olor.
¿Te has preguntado alguna vez por qué a tu gato le encanta que le acaricien la barbilla? Muchos gatos ronronean cuando les acaricias por esta zona de la cara, y esto es debido a que la barbilla es la zona de la cara más sensible para estos animales. Por ello, los gatos adoran la sensación de roce en la barbilla y las caricias en esta zona suelen hacerles muy felices.
Además de la barbilla, en general los gatos tienen otra zona predilecta: detrás de las orejas. Y es que les encanta que sus dueños pasen suavemente las yemas de sus dedos y ejerzan una presión suave en esta zona concreta de la cabeza, así como en el espacio que hay entre las orejas.
Las mejillas y los bigotes de los gatos son también zonas de mucho placer. Por eso, la mayoría de veces, no podrán impedimento alguno en que le acaricies esta zona.
