El microchip es un sistema electrónico de identificación de tu gato que permite contactar con el dueño cuando un animal se extravía y es localizado. ¿Pero hasta qué punto es obligatoria la implantación de este elemento? ¿Los gatos tienen que llevar chip sí o sí?
En el caso de los gatos, la obligatoriedad de llevarlo o no depende de cada comunidad autónoma. En algunas como Madrid, Andalucía o Cataluña la ley establece que los felinos domésticos deben identificarse con microchip una vez cumplidos los tres meses de vida del animal. También, algunos ayuntamientos han impuesto esta normativa a nivel local. Es el caso, por ejemplo, de San Sebastián.
Es importante saber que si viajas al extranjero con tu mascota ésta tendrá que contar con un microchip homologado. De lo contrario, no pasará los correspondientes controles fronterizos y aduaneros.
Aunque, de momento, no sea obligatorio en toda España, poner un chip al gato siempre es aconsejable. Debe hacerlo un veterinario y no implica dolor o molestia alguna para el animal. Si tu mascota se escapa y se pierde, o alguien la roba y luego la abandona, el microchip es una garantía de que quien la encuentre podrá devolverla a su hogar.
El chip guarda la información imprescindible para poder contactar con el dueño del gato. El nombre, dirección y teléfonos del propietario quedan reflejados en la base de datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC). En caso de pérdida, el chip permite una identificación rápida y segura. Los datos referentes a tu gato también quedarán reflejados en el registro de mascotas europeas, Europetnet, una eficaz herramienta de localización sobre todo si viajas frecuentemente al extranjero con tu mascota.
Como conclusión, se puede decir que, aunque no sea obligatorio en todas las comunidades autónomas, ponerle el chip identificativo a tu gato siempre es un acto de responsabilidad y una medida más para su cuidado y protección.
