La toxoplasmosis en gatos es una enfermedad infecciosa, que preocupa especialmente por la posibilidad de contagio al ser humano y que puede resultar peligrosa en el caso de mujeres embarazadas. El parásito microscópico toxoplasma gondii es el causante y puede infectar no solo al gato, sino a otros animales: mamíferos, aves, insectos y también a las personas. ¿Pero cómo se transmite la toxoplasmosis en gatos exactamente?
¿Cómo contraen toxoplasmosis los gatos?
Los felinos son sus huéspedes favoritos porque en el organismo del gato no solo pueden vivir, sino además, reproducirse en su intestino, generando ooquistes (huevos) que serán expulsados al exterior por las heces. No es el gato el que trasmite la enfermedad sino sus heces, que contienen al parásito y sus “quistes”, capaces de contagiar a un nuevo huésped solo cuando están en contacto con el aire al menos 24 – 48 horas.
Conociendo un poco mejor cómo actúa este parásito en los gatos, se pueden establecer tres vías por las que un felino (o cualquier otro animal) puede contraer toxoplasmosis.
- Ingesta de carne cruda o poco cocinada. Si el gato caza una pequeña presa, un ratoncillo, un pájaro… y ésta está infestada con el parásito, cogerá la enfermedad. El riesgo también existe si consume comida casera preparada que no esté bien cocinada. En general, un gato doméstico, que se alimente con pienso y comida enlatada, es difícil que contraiga la enfermedad por esta vía.
- Contacto con heces de otros animales infectados. Es habitual que los gatos olisqueen los excrementos de otros felinos o que puedan pisarlos y llevar restos en sus patas, de manera que, al acicalarse, acaben en su boca. Si esas heces contienen huevos activos del parásito, el gato se contagiará.
- Parásitos en la tierra o en el agua. El toxoplasma gondii puede esconderse en la tierra del jardín o incluso en el agua de riego y quedar entre las patas del animal. También puede ser ingerido directamente al beber. Son los casos menos habituales pero pueden darse.
