Al igual que nos ocurre a las personas, los gatos pueden padecer también diabetes en algún momento de su vida. Si la diabetes de tu gato es diagnostica a tiempo y debidamente tratada, ésta no tiene por qué comprometer la salud de tu mascota.
Sin embargo, una de las claves de esta enfermedad es el diagnostico precoz por parte de los dueños del animal, a través de los diferentes síntomas que el gato puede manifestar.
En este sentido, los gatos que debutan en la diabetes suelen mostrarse cansados, con menos ganas que antes de hacer ejercicio físico. Además, es probable que se sientan menos apetentes ante la comida, o que experimenten una pérdida considerable de peso en poco tiempo.
Si has observado alguno de estos síntomas en tu mascota, debes llevarlo el veterinario para que este profesional pueda confirmar el diagnóstico de una diabetes, a través de un análisis de sangre y de un estudio completo del estado de salud del animal.
Una de las principales causas del la diabetes en los gatos en pleno siglo XXI es la obesidad, y es que los gatos que tienen un evidente sobrepeso, son más propensos a padecer esta enfermedad. Por ello, el control de la dieta resulta un aspecto de vital importancia en la prevención de la diabetes en los gatos.
Cómo debe ser la alimentación de un gato con diabetes
Para tratar que nuestro gato recupere su peso ideal, es necesario ajustarle su dieta habitual proporcionándole menos calorías de las que comía antes. Y es que se ha comprobado científicamente, que en muchos casos los gatos que moderan su dieta y reducen su sobrepeso, pueden llegar a superar la diabetes, porque la obesidad es uno de los factores más negativos para la producción de insulina.
Según los expertos y veterinarios, los gatos que tienen diabetes han de ingerir una dieta rica en fibra, ya que este nutriente, además de ayudar al gato a controlar el sobrepeso y la obesidad, también ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre después de cada una de las comidas del día.
Asimismo, la dieta de un gato diabético ha de estar muy limitada en el consumo de carbohidratos, ya que éstos, además de contribuir al sobrepeso del animal, suelen contribuir también al ascenso de los niveles de azúcar en sangre, y por lo tanto, favorecer la diabetes.
En muchas ocasiones las latas de comida húmeda se convierten en una excelente alternativa para la dieta de los gatos con diabetes, ya que las latas de comida húmeda de ciertas marcas, suelen estar especialmente formuladas con fibra, y un bajo aporte de carbohidratos.
Sin embargo, la mayoría de las marcas de piensos secos incorporan alimentos ricos en hidratos de carbono, como por ejemplo la patata, la tapioca o los guisantes, todos ellos muy perjudiciales para gatos con sobrepeso.
Además de los alimentos propiamente dichos, los dueños de un gato diabético han de llevar un estricto control diario sobre su alimentación. En este sentido, si antes de ser diagnosticado de esta enfermedad, tu gato tenía un acceso ilimitado a la comida, has de saber que ahora, todas sus comidas deberán estar debidamente racionalizadas y debes ejercer un estricto control sobre todas las raciones y cantidades de alimento que le proporciones a tu mascota.
Hay que tener en cuenta, que son muchos los veterinarios que recomiendan que los gatos con diabetes ingieran habitualmente la mitad de la ración diaria que tomaban antes de ser diagnosticados de esta enfermedad.
