Últimamente se han visto circulando por internet y por redes sociales algunas fotos de gatos que, aparentemente, sufrían Síndrome de Down. Pero, ¿qué hay de cierto en estas imágenes? ¿Un gato puede tener Síndrome de Down? ¿Es una de las enfermedades que pueden padecer los gatos?
Gatos y Síndrome de Down: ¿Es posible?
El Síndrome de Down o Trisomía es la existencia de un cromosoma extra en un organismo, es decir, de 2+1 cromosomas. Esta particularidad genética provoca algunas alteraciones en el organismo de los humanos o de los animales que la sufren. En el caso concreto del Síndrome de Down, la trisomía se presenta en el cromosoma 21.
Aunque las trisomías son una alteración genética muy poco común en los animales, y algo más frecuentes en los seres humanos, esto no quiere decir que los gatos no puedan nacer con este tipo de alteración. Además, según han revelado varios estudios científicos, cualquier especie que posea 21 cromosomas o más, puede sufrir una trisomía en el cromosoma 21, es decir, un gato con Síndrome de Down. Esta explicación científica daría respuesta a si un gato puede o no sufrir Síndrome de Down, aunque en los animales, no es correcto catalogar esta alteración como Síndrome de Down.
Y es que, en el caso general de los animales y más concretamente en los gatos, éstos pueden presentar otro tipo de alteraciones genéticas relacionadas directamente con la trisomía, pero no el Síndrome de Down propiamente dicho, que conocemos en los seres humanos.
Aunque hay que reconocer que no es una de las enfermedades más comunes de los gatos, es probable encontrar algunos casos aislados en cualquier rincón del planeta.
Según cuentan los dueños de algunos gatos que padecen esta anomalía genética, éstas suelen ser mascotas muy cariñosas, juguetonas y poseen algunas facciones físicas muy características, como las orejas más apuntadas, el hocico más achatado o los ojos ligeramente más achinados que los de un gato normal.
