No; los gatos no son vegetarianos, así que es poco probable que se sientan atraídos por las frutas y verduras. Si lo consideras conveniente, puedes incluir en su dieta una mínima proporción de alimentos de origen vegetal pero, precisamente uvas, NO, ni siquiera de forma esporádica. Cualquier variedad de uva puede llegar a resultar tóxica para un gato y provocarle un gran malestar junto a complicaciones de salud graves, pudiendo llegar a la intoxicación.
No hay que ser alarmistas y si tu gato ingiere accidentalmente una o dos, seguramente solo sufrirá una diarrea importante y tal vez esté algo aletargado pero, ten en cuenta que no todos los felinos son iguales y a algunos hasta esa cantidad ínfima, puede sentarles realmente mal.
Los gatos no digieren bien algunos de los componentes de las uvas y su riñón se ve afectado por esas sustancias que para ellos son toxinas. En grandes cantidades, las uvas podrían provocarle no solo vómitos y diarreas, sino una auténtica enfermedad renal ante la que tendrías que acudir con urgencia al veterinario.
Los síntomas de intoxicación suelen detectarse a las pocas horas de la ingesta pero también se han dado casos en que el daño renal por comer uvas es progresivo. Aunque el gato tome solo unas pocas y de vez en cuando, seguramente su riñón está sufriendo un daño irreversible.
Por último, no hay que olvidar el riesgo de atragantamiento que supone una resbaladiza uva en la boca de un gato que no la haya masticado bien.
Motivos sobran para no darle uvas a un gato ni de manera excepcional.
