Las enfermedades renales de los gatos son, a menudo, un problema grave al que deben hacer frente los dueños de los gatos. Y es que los riñones son órganos vitales que se encargan de filtrar la sangre que circula por el organismo del animal. Una de las principales enfermedades que afectan al riñón y que puede padecer un gato a lo largo de su vida, independientemente de la edad que tenga, es la insuficiencia renal. En muchas ocasiones esta enfermedad es crónica e incluso, es posible, que tu gato la tenga desde su nacimiento.
Esta enfermedad consiste en un daño prolongado e irreversible en los riñones del gato, y la principal consecuencia es que impide filtrar y eliminar todos los desechos que se acumulan en la sangre del animal. Aunque es una enfermedad que puede atacar a gatos con todas las edades, sin embargo, es más frecuente que la padezcan los gatos de avanzada edad. De hecho, se estima que un 15% de los gatos mayores de 15 años de edad padece insuficiencia renal crónica.
Problemas renales en gatos recién nacidos
Los gatos bebés también pueden presentar infecciones del tracto urinario a los pocos días de vida. Sin embargo, hay que aclarar que este tipo de enfermedades son mucho menos frecuentes que en gatos adultos y, especialmente, que en gatos que ya tienen una avanzada edad.
Problemas renales en gatos adultos
Los principales problemas renales que pueden tener los gatos adultos son: la insuficiencia renal crónica, los cálculos o piedras en el riñón, o las infecciones renales. En cualquiera de los tres casos, si sospechas que tu mascota podría tener alguna de estas tres enfermedades, es necesario y urgente que lo lleves a un veterinario para que puedan realizarle las pertinentes pruebas diagnósticas, para descartar o confirmar cualquier diagnóstico.
Problemas renales en gatos ancianos
La insuficiencia renal crónica es una de las enfermedades renales más frecuentes en gatos ancianos. Aunque no existen síntomas específicos, esta enfermedad ha de ser diagnosticada a través de análisis de sangre, en donde se midan los niveles de urea y creatina del riñón.
Hay que destacar también, que para evitar esta enfermedad en los gatos ancianos, la dieta es la clave fundamental. En este sentido, la ingesta de agua, así como la dieta a base de alimentos ricos en proteínas y con bajo contenido en fósforo, pueden ser clave a la hora de prevenir esta grave enfermedad renal.
