¿Es buena la leche de vaca para los gatos?

En principio no. Aunque lo hayas visto en mil películas, no hay ninguna necesidad de dar leche de vaca a un gato porque en la mayoría de los casos su estómago no cuenta con las suficientes enzimas necesarias para digerir los azúcares que contiene esta leche, principalmente la lactosa. Esto no quiere decir que no puedas dar leche de vaca a tu gato pero, al dárselos, te arriesgas a que sufra una alergia, a que tenga intolerancia sin que tú lo sepas o a que sencillamente le siente mal y lo tengas con molestias gástricas, sobre todo vómitos persistentes y diarreas.

¿Un gato recién nacido puede tomar leche de vaca?

Tampoco es recomendable. Exactamente igual que ocurre con los seres humanos, la leche materna aporta, también al gato bebé, todo lo que necesita para alimentarse y estar protegido frente a enfermedades. Una vez que dejan de mamar, los gatos ya no necesitan tomar más leche. Si por cualquier circunstancia el destete se produce antes de tiempo, el aparato digestivo del gatito no estará preparado para digerir la leche de vaca y ésta podría provocarle alguna enfermedad estomacal. En estos casos hay que recurrir a leches especiales para gatos bebés, que le aportarán todos los nutrientes que necesita para su correcto desarrollo, algo que la de vaca no consigue.



Hay excepciones y puede que a tu gato, tal vez acostumbrado desde pequeño, la leche de vaca le encante y no le caiga pesada. Aun así, si quieres dársela hazlo en cantidades pequeñas, siempre vigilando posibles reacciones adversas. Si decides hacerlo, opta preferiblemente, por leches desnatadas y sin lactosa. En cualquier caso, este alimento nunca debe ser la base de su nutrición.

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Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


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