Displasia de cadera en gatos: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Razones para tener gato

Aunque no se trata de una de las enfermedades más comunes de los gatos, los felinos pueden sufrir también displasia de cadera en algún momento de su vida. Hay que señalar que la displasia de cadera de los gatos se trata de una enfermedad muy dolorosa, y que suelen padecer aquellos gatos cuyas caderas no han terminado de desarrollarse bien.

¿En qué consiste la displasia de cadera felina?

Cuando la cadera del gato deja de crecer, si ésta no ha alcanzado un correcto nivel de desarrollo, es probable que sufra continuas dislocaciones cada vez que el animal realiza cualquier movimiento.  Cada vez que la cadera se disloca, el cartílago se va dañando paulatinamente, y se generan microfracturas o, incluso, artrosis grave que ocasiona dolor y le impide al animal caminar correctamente.

Síntomas de displasia de cadera en los gatos

Para poder detectar la displasia de cadera cuanto antes, es importante que observemos con detalle todos aquellos síntomas que nos podrían hacer pensar que nuestro gato padece esta enfermedad.

  • En primer lugar, un gato que sufre displasia de cadera deja de ser tan activo como antes dejando también, en consecuencia, de jugar, de saltar, de correr, y de realizar muchas otras actividades que requieran movimiento.
  • La displasia de cadera suele generar mucho dolor en la zona de las articulaciones, por lo tanto, un gato que tenga esta enfermedad, se quejará constantemente de dolor cada vez que tenga que realizar algún tipo de movimiento.
  • Otro síntoma que puede delatar que tu gato sufre una displasia de cadera, es si escuchas un breve chasquido cada vez que el animal se mueve o se cambia de postura, especialmente cuando se levanta después de haber pasado un rato tumbado en el suelo.
  • Es probable también que si tu gato sufre displasia de cadera, notes que los músculos de los hombros se le empiezan a ensanchar y cogen una dimensión superior a lo normal. Esto es debido al sobreesfuerzo que el animal tiene que hacer en cada movimiento, y por ello, ejercita también de forma involuntaria su tren superior.
  • Asimismo, y dependiendo del caso concreto de cada animal, es probable que el gato con displasia de cadera tenga la espalda bastante más arqueada que un gato que no padece esta enfermedad. Esto es debido a que la espalda se arquea por el desplazamiento del peso íntegro hacia sus patas traseras.

Hay que tener en cuenta que ante cualquier sospecha de que tu macota pueda sufrir esta enfermedad, será necesario que lo lleves al veterinario cuanto antes, ya que lejos de desaparecer, los síntomas de la displasia de cadera empeoran día tras día.

Tratamiento para la displasia de cadera en gatos

La forma más precisa de diagnosticar la displasia de cadera es a través de una radiografía de pelvis, que el veterinario realizará a tu gato una vez que lo lleves a su consulta.

En los casos de displasia leve, es decir, cuando la articulación no está todavía muy afectada, el veterinario puede recomendar a tu gato un tratamiento a base de antiinflamatorios, que le ayudarán a disminuir el dolor.



Sin embargo, en los casos de displasia grave en los que el gato sufre un dolor excesivo y no responde al efecto analgésico de los antiinflamatorios, el veterinario recomendará dar un paso más para mejorar los síntomas de la displasia de cadera en el animal.

En este sentido, los veterinarios pueden optar por modificar la articulación de la cadera del gato o, incluso, por reemplazar ésta por una prótesis artificial. En este caso, el proceso se habrá de llevar a cabo en quirófano y suministrarle anestesia general al animal.

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Autor

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con el mundo animal, especialmente con los gatos y sus cuidados.


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