Normalmente una gata trae al mundo a entre cuatro y seis gatitos en cada parto, pero ésta es solo una cifra indicativa de la media habitual. Tener una sola cría de gato no es lo común pero no puede considerarse anormal, ni mucho menos una señal de enfermedad o malformación de la hembra. Si tu gata solo ha tenido un gatito, no pasa absolutamente nada y puede ser que en partos posteriores esto no ocurra y te sorprenda con una camada muy numerosa.
El número de crías depende de varios factores pero fundamentalmente de la cantidad de óvulos fértiles con los que cuente la futura mamá en el momento de la fecundación. También, lógicamente, resulta determinante el número de copulaciones exitosas con el gato macho que hayan tenido lugar.
La naturaleza es sabia y no siempre las matemáticas cuadran. Tu gata, joven y saludable, puede, por algún motivo, generar menos óvulos en un celo puntual. Algunos expertos consideran que las gatas de raza y pedigrí son más propensas a los partos de un solo gato, pero no hay certeza científica al respecto.
Lo importante es que el gato bebé, aunque sea uno, nazca perfectamente y, sabiendo que los partos de una sola cría son poco comunes, deberás comprobar a la hora del alumbramiento que efectivamente solo hay uno. El ocasiones, el tiempo entre el primer nacimiento y el segundo puede prolongarse durante horas. Si este tema te preocupa, un examen veterinario que palpe el abdomen del animal o que incluya una ecografía servirá para saber supuestamente el número de gatitos que están en camino. Si solo es uno, no te preocupes, no es muy corriente pero tampoco se trata de un fenómeno extraordinario.
