Los gatos son auténticos expertos en saber disimular el dolor, pero hay ocasiones en las que resulta evidente que tu mascota puede estar sufriendo. Es lógico querer darle algo para aliviarle, pero tenemos que insistir en que no debes automedicarle y menos administrarle alguna de las medicinas que tomas tú. Ni paracetamol, ni ibuprofeno, ni aspirina. Cualquiera de estos medicamentos puede resultar perjudicial para tu gato, incluso, en dosis elevadas, tóxico. Así pues, ¿qué darle a un gato con dolor? Descúbrelo a continuación.
Tendrás que intentar averiguar qué le produce ese dolor: una herida externa, unas encías inflamadas, una molestia gastrointestinal (vómitos persistentes y/o diarrea) un área dolorida por un golpe… los remedios caseros pueden ayudar. Por ejemplo, aplicar hielo en un área hinchada, limpiar con una gasa y suero fisiológico una herida o recurrir a la infalible infusión de manzanilla, pero a la hora de darle un medicamento siempre debes consultar, aunque sea por teléfono, con el veterinario. No hay que olvidar que pueden tener efectos secundarios que hay que tener en cuenta.
¿Qué medicamento para el dolor puedo dar a mi gato?
A un gato no puedes darle cualquier analgésico que tengas por casa. Esta práctica es peligrosa y pone en riesgo la salud del animal. Solo debes administrarle un medicamento que ya conoces y has utilizado anteriormente, por ejemplo, si tienes un gato mayor con dolores articulares al que ya el veterinario le ha recetado la correspondiente medicina determinando las dosis exactas.
Entre los medicamentos más comunes para aliviar el dolor de los felinos destacan los AINEs, antiinflamatorios no esteroides y también aquellos que incluyen el principio activo buprenorfina (uno de los más conocidos es el Meloxican). También se utilizan con frecuencia, como calmantes para gatos, determinados opioides. Son fármacos seguros, utilizados habitualmente en veterinaria, pero hay que repetir que dárselos por tu cuenta es una imprudencia.
