¿Cómo alimentar a un gato viejo?

El gato vomita la medicina

Igual que ocurre con nosotros, los años no perdonan y a medida que el gato se hace mayor necesita cuidados específicos que también afectan a su alimentación. A partir de los 8 - 10 años, la visita al menos anual al veterinario es aconsejable. Cuando el gato se hace mayor, reduce su actividad y puede empezar a perder masa muscular. Sus dientes también se van deteriorando y enfermedades como la artritis, la diabetes, la disfunción renal, la desnutrición o, por el contrario, la obesidad, amenazan su salud.

Necesidades alimenticias de los gatos ancianos

En cada etapa de la vida del animal, sus necesidades nutricionales cambian. Un gato anciano necesita:

  • Aporte extra de proteína de calidad que ayude a mantener sus músculos tonificados el mayor tiempo posible evitando la debilidad física.
  • Control en la ingesta de calorías. Especialmente en los primeros años de la vejez, para evitar que coja kilos de más que acaben en obesidad. Los piensos bajos en grasas y sin carbohidratos son los más recomendables.
  • Incremento de los ácidos grasos esenciales como el omega 3 y el omega 6. Ayudarán a cuidar su sistema cardiovascular y también sus articulaciones.
  • Mayor cantidad de antioxidantes como la vitamina E, para frenar el aumento de radicales libres y el progresivo deterioro cognitivo.
  • Reducción de determinados minerales, especialmente el fósforo, cuya presencia en dosis elevadas contribuye a enfermedades renales.

La mejor dieta para gatos viejos

Teniendo en cuenta las necesidades descritas, un gato anciano debe seguir una dieta variada, basada fundamentalmente en alimentos ricos en proteína: carne de ternera, pollo, pavo... y en la que tampoco falte el pescado por su aporte en ácidos saludables.

Es importante darle un pienso de calidad óptima que incluya además, vitaminas, minerales adecuados, las grasas justas y una adecuada proporción de fibra, que evite el estreñimiento.



El gato mayor debe tomar raciones pequeñas y es conveniente combinar el pienso con la comida húmeda porque no hay que olvidar que sus dientes están desgastados y tal vez le cueste masticar.

Por último, es muy importante vigilar que tome suficiente agua fresca, porque la tendencia a la deshidratación en gatos mayores es algo frecuente.

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Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


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