La ataxia es una enfermedad grave que pueden padecer los gatos en cualquier etapa de su vida, sin embargo, suele tener una mayor incidencia en gatos jóvenes. En muchos casos, también se conoce a la ataxia de los gatos como 'el síndrome del tambaleo' debido, entre otros motivos, a los temblores y movimientos corporales que provoca esta enfermedad en los gatos que la padecen. Aunque se trata de una enfermedad que no tiene una cura definitiva, hay que matizar que los gatos que padecen algún tipo de ataxia pueden recibir ciertos tratamientos para mejorar algunos de sus síntomas.
Ataxia vestibular en gatos
La ataxia vestibular o síndrome vestibular felino, es una alteración neurológica grave que afecta al sistema vestibular de los gatos, encargado de mantener el equilibrio y la orientación con respecto al centro de gravedad.
Además, el sistema vestibular está también encargado de regular la posición de los ojos, del tronco, y de las extremidades, en función de la posición de la cabeza del gato.
Dentro del oído interno, se encuentra el laberinto membranoso, que alberga algunas porciones importantes encargados de la detección del movimiento, como el sáculo o el utrículo.
Cuando alguna de estas porciones se altera o se daña, provoca la aparición de síntomas que frecuentemente se relacionan con la ataxia, y que pueden ser detectadas mediante un examen neurológico.
Los síntomas que padecen los gatos con ataxia vestibular son, principalmente: inclinación parcial de la cabeza, de tal manera que una de las orejas están más cerca del suelo; movimientos giratorios en círculos; nistagmo, que es el movimiento continuo y lineal de los ojos; y en algunas ocasiones, estrabismo en los ojos.
Ataxia sensorial en gatos
La ataxia sensorial es aquella que padecen los gatos que tienen algún problema en el cerebelo, en la médula espinal o bien, en los nervios periféricos. En este caso, los felinos permanecen de pie y caminan con las patas muy separadas, de tal forma que presentan una gran debilidad muscular en esta zona concreta de su cuerpo, y en general, en todos los músculos que los sostienen.
Los gatos con ataxia sensorial pueden nacer con esa patología o bien, manifestarla a los pocos días después del nacimiento, cuando aún el cerebro está en fase de desarrollo. Por este motivo, la ataxia sensorial no se da en gatos adultos ni de mayor edad.
Una vez que ha nacido, y cuando hay sospecha de que el gato puede tener ataxia, el veterinario le realiza los controles y exámenes oportunos para confirmar o descartar este diagnóstico.
Hay que señalar que, en el caso concreto de la ataxia sensorial, existen tratamientos muy buenos y eficaces y que en la mayoría de los casos consiguen que el gato tenga una calidad de vida completamente normal.
Además, los gatos cachorros por sí mismos pueden jugar un papel fundamental a la hora de salir de esta discapacidad, ya que son muy activos y si son muy pequeños, lucharán cada día por recuperarse a través del ejercicio físico.
Muchos veterinarios recomiendan también a los dueños de los gatitos con ataxia, que prueben llevar otro gato a casa, con el objetivo de que el gato enfermo pueda jugar y desarrollarse con total normalidad junto a su nuevo compañero.
Ataxia cerebelosa en gatos
Cuando la ataxia es causada por un problema en el cerebelo, y más concretamente, en la región encargada de la coordinación del movimiento y del equilibrio, se dice que el gato padece ataxia cerebral.
Los gatos que padecen este tipo de ataxia tienen una forma de andar muy peculiar, ya que se suelen balancear de un lado para otro como si estuvieran ebrios.
