Si tienes un gatito en casa, seguro que en más de una ocasión habrás palpado las almohadillas que tu mascota tiene debajo de las patas. Pero ¿sabías que esta delicada parte de su cuerpo cumple muchas y útiles funciones? Descubre para qué sirven las almohadillas de los gatos a continuación.
Funciones de las almohadillas de los gatos
Además de contar con 27 huesos, y unas prácticas almohadillas, las patas de los gatos tienen también glándulas sudoríparas que les ayudan a mantener la temperatura.
A diferencia de los pies de los humanos, cuya misión principal es la de ayudar a mantenernos de pie. En el caso de los gatos, sin embargo, sus patitas cumplen otras muchas funciones, ya que estos animales son digitígrados, es decir, que caminan sobre sus dedos. Esta cualidad es la que les permite moverse de una forma tan silenciosa.
Sin embargo, y aunque parecen muy delicadas, las almohadillas de las patas de los gatos son lo suficientemente fuertes como para aguantar la mayor parte de las texturas y objetos que encuentran por el suelo. Aunque, eso sí, estas almohadillas son muy sensibles a las altas temperaturas que pueden detectar a través de las múltiples terminaciones nerviosas que desembocan en sus patas.
¿Sabes por dónde sudan los gatos? En efecto, el sudor que desprenden las glándulas sudoríparas de sus almohadillas, les sirve a los gatos para marcar su propio territorio, incluso, para avisar a otros gatos de que no deben acercarse a este lugar si no desean tener un problema…
Pero, aparte de todas estas importantes funciones, las almohadillas entrañan otras muchas curiosidades de los gatos. Por ejemplo, que el color de éstas depende, en gran medida, del color de su pelaje. Por eso, si alguna vez has visto las almohadillas de un gato negro, habrás podido comprobar por ti mismo que las almohadillas de sus patas son también negras.
