Como norma general, un gatito de menos de tres meses no está preparado para viajar, ni siquiera para hacer un trayecto largo en tu propio coche. Si hablamos de viajes internacionales, son muchos los países que prohíben la entrada de animales de menos de tres meses de vida y también puedes tener problemas a la hora de su admisión en un avión o en un tren. Así pues, ¿a qué edad puede viajar un gato exactamente?
El principal motivo de esta limitación es que un gato bebé, que no haya cumplido esa edad, no puede haber recibido las primeras vacunas de los gatos, entre ellas la antirrábica, requisito indispensable para entrar, por ejemplo, en Estados Unidos o para cruzar la mayoría de fronteras europeas.
No se trata únicamente de cumplir unas exigencias legales y sanitarias. Un viaje es una situación estresante para un gato y si es demasiado pequeño puede resultar una experiencia bastante compleja. Para embarcaros en esta aventura, lo ideal es que el gatito cuente con unos cinco o seis meses. Ya con esta edad, todo resultará más sencillo porque:
- Habrá finalizado la etapa del destete y el proceso de socialización habrá avanzado mínimamente.
- Tu gatito estará mejor preparado para aguantar unas horas en el imprescindible trasportín (deberás haber hecho algunos trayectos de prueba para que se vaya acostumbrando).
- A esa edad, el animal tiene un mayor control a la hora de hacer sus necesidades.
- Los lazos de amistad entre tu mascota y tú se han establecido. El gatito ya te conoce, algo importante para que sufra el menor estrés posible durante el viaje.
- Su sistema inmunológico, ya desarrollado y reforzado con las vacunas, es su mejor garantía de salud ante los cambios que se le avecinan.
Si vas a viajar con tu gato a Estados Unidos o Europa recuerda informarte sobre los requisitos de entrada de cada país teniendo en cuenta que la mayoría exige que el gatito haya cumplido los tres meses.
