Si tienes un gato en casa, seguro que te has preguntado en más de una ocasión cómo sabe tu mascota que tiene que hacer siempre sus necesidades en la bandeja con arena que has dispuesto para él. Te contamos todo lo que debes saber sobre la arena para gatos.
¿Por qué los gatos hacen sus necesidades en la arena?
Una de las características que más nos suelen sorprender de los gatos, es el buen comportamiento y la disciplina que muestran estos animales a la hora de hacer sus necesidades. Un estudio elaborado por Sepicat nos descubre por qué los gatos saben que tienen que hacer sus necesidades en el arenero.
Muchas personas eligen tener un gato como mascota en casa porque estos animales son capaces de saber que tienen que hacer sus necesidades en un arenero, sin necesidad de que los dueños tengan que enseñarles esta rutina.
A día de hoy, sabemos que este comportamiento de los gatos es debido a un instinto natural por el cual estos felinos sienten la necesidad de ocultar sus excrementos para evitar así ser detectados por sus presas o sus posibles depredadores.
Por lo tanto, este instinto natural de ocultar sus excrementos y enterrarlos en la arena para despistar a sus presas y depredadores lo tienen los gatos desde hace miles de años, y les ha quedado arraigado hasta la actualidad.
Si vas a tener un gato como mascota, una de las primeras cosas que debes tener en casa son las arenas de gato, Sepicat es la marca líder en la fabricación de este tipo de arenas y comercializa distintos tipos de arenas, como la aglomerante tradicional, la aglomerante ligera, la no aglomerante, las arenas de sílice o las biodegradables.
¿De dónde viene la arena para gatos?
La historia de la arena de los gatos se remonta a principios del siglo XX, y su inventor fue el estadounidense Edward Lowe, que cuando tan sólo tenía 26 años, le prestó a una vecina que tenía un gato un conjunto de minerales de arcilla que se usaban en la empresa que él trabajaba.
Estos minerales eran capaces de absorber su peso en el agua, por lo que se descubrió que se trataban del material perfecto para absorber los excrementos de los gatos, siendo mucho más absorbente que la arena o que las cenizas.
Y viendo el éxito que había tenido con su vecina, Lowe empaquetó este material en bolsas de cinco libras de peso y llamó a este producto Kitty Litter. En poco tiempo, este producto comenzó a ser todo un éxito en las tiendas de animales de su zona y, después, se hizo popular en todo Estados Unidos.
El éxito de esta primera arena para gatos radicaba en que Lowe encontró un producto capaz de absorber la orina de los gatos, a la vez que se conseguía combatir los malos olores de los excrementos de estos animales. Además, se trataba de un producto económico y muy fácil de utilizar por parte de los dueños de estas mascotas.
A día de hoy, las arenas de los gatos están compuestas de diversos materiales, siendo la sepiolita el material que más se utiliza (también llamado espuma de mar). Es una arena absorbente que se usa para tallar objetos tales como pipas, camafeos y otras joyas labradas. Es un material económico y eficaz; además, en España hay numerosas minas de gran calidad.
Además de la sepiolita, existen otros materiales. La bentonita (que puede ser cálcica, potásica o sódica) tiene gran poder de absorción (3,5 veces su peso en agua) y se emplea en productos cosméticos, de limpieza o incluso industria alimenticia. Tiene naturaleza volcánica y es muy usada para la creación de arenas de gato, sobre todo la bentonita sódica. Es muy común en diferentes partes del mundo, por ejemplo en EEUU, y puede tener diferentes colores, tales como el blanco, gris, rosa o rojo.
Otro material empleado para las arenas de gato es la hormita, que tiene propiedades similares a la bentonita pero que requiere de menos energía para extraerse, prepararse y distribuirse. Es decir, que es más respetuosa con el medioambiente, así como también es más efectiva y ligera.
También podemos encontrar materiales como la vermiculita y la perlita (productos agrarios que sueltan poco polvo y gran poder de absorción), materias vegetales (madera, paja, papel reciclado, residuos vegetales… que además de absorber, son 100% biodegradables) y el gel de sílice. Este es un material sólido y poroso, parecido a la sal gorda, que tiene altas propiedades antibacterianas y un característico color blanquecino. Por último, y por extraño que parezca, estarían las algas unicelulares fosilizadas, que dan origen a la diatomita, un material con altas capacidades desodorizantes y de absorción de líquidos.
Si quieres saber más, en Sepicat, uno de los líderes de arenas de gatos en el sector, encontrarás toda la información que necesites sobre las arenas de gato, su historia, materiales y composición.
Recuerda que la elección de la arena para tu gato debes hacerla en función de los gustos de tu mascota, ya que estos animales son capaces desde que son cachorros de usar la bandeja higiénica con arena de manera instintiva.
