3 reglas para medicar correctamente a tu gato

Si tu gato se ha puesto enfermo y el veterinario le ha prescrito un tratamiento a base de jarabe, gotas o pastillas, lo más probable es que llegues a casa y no sepas cómo medicar a tu gato. Y es que, al igual que ocurre con los humanos, los gatos tienen también su propio carácter, y lo más normal es que si nunca hemos tenido que medicar a nuestra mascota, no sepamos cómo va a reaccionar a la manipulación que va a sufrir para poder tomarse su medicina.

¿Cómo le doy la medicación a mi gato?

Si el carácter de tu mascota es medianamente dócil, y suele dejarse manipular sin problemas ante cualquier situación, lo más seguro es que puedas darle su medicación sin ningún tipo de dificultad.

Sin embargo, si tu gato suele mostrarse muy reacio a que le toquen o le manipulen, lo más probable es que te resulte imposible suministrarle la medicación que le ha recomendado el veterinario.

Aunque no lo creas, conseguir que un gato se tome su medicina puede ser más sencillo de lo que aparentemente parece. Seguro que la primera vez que intentaste meterlo en su trasportín te pareció una misión casi imposible, ¿verdad? Y sin embargo ahora, cada vez que os vais de viaje, tu mascota accede a entrar en el trasportín sin problema alguno.

Pues con las medicinas ocurrirá algo más o menos parecido, y es que la primera vez será difícil, pero una vez que el animal se acostumbre, tomar la medicación será una paso más de su rutina diaria.

Aunque debes pedir consejo a tu veterinario sobre cuál es la mejor manera para darle la medicación a tu gato, nosotros te contamos unas sencillas formas a través de las cuales conseguirás que tu mascota se tome su medicación.

La primera de ellas, y que sólo es válida en el caso de que tu gato tenga que tomar pastillas (no vale con jarabes ni gotas), es que compres unos Pill Pockets para gatos. Se trata de unas pequeñas golosinas que tienen una textura suave, parecida a la de la plastilina.



En los Pill Pockets podrás esconder la pastilla que tenga que tomar tu gato sin problemas y, gracias a su atractivo sabor, tu mascota se lo tomará sin pensárselo dos veces pensando que le estás dando un premio.

Otra forma sencilla de darle una pastilla a un gato, es mezclarla entre su comida, lo que pasa es que esta opción no siempre da buen resultado, y puede que tu gato no se coma todo el contenido del comedero, dejando justo la parte en la que va incluida la pastilla.

Si optas por comida blanda, tipo paté, te será más fácil esconder la pastilla en su interior, especialmente si la troceas o la machacas antes de añadirla a la comida.

Si la opción de mezclarla con la comida no te convence, puedes probar a meterle la pastilla directamente en su boca (lo que se conoce como medicación vía oral). Aunque ésta es la forma más complicada de conseguir medicar a tu gato, por otro lado, son muchos los veterinarios que recomiendan hacerlo así.

Si tu mascota es de las que no se dejan manipular fácilmente, te recomendamos envolverle todo el cuerpo en una toalla, dejando la cabeza al descubierto. Coloca al animal sobre una mesa, y utiliza uno de tus brazos para inmovilizarlo.

Utiliza el brazo contrario para abrir su boca (a través del dedo pulgar y anular), y cuando hayas conseguido que abra la boca, coloca la pastilla al fondo, y con esa misma mano deberás cerrarle la boca para provocar que se la trague.

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Autor

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con el mundo animal, especialmente con los gatos y sus cuidados.


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