Como cualquier otra especie animal, los gatos no hablan y no pueden manifestarnos con palabras como se sienten en cada momento. Sin embargo, existen muchas señales que nos ayudarán a saber si nuestra mascota es feliz, y si goza de una vida plena en nuestro hogar.
4 signos de felicidad en los gatos
Si observamos atentamente el comportamiento diario de nuestro gato, no nos será difícil determinar cuál es su estado de ánimo en cada momento. Para ello, hay cuatro signos evidentes que pueden delatarnos si nuestra mascota es o no feliz.
Postura relajada: La postura es uno de los principales indicios para detectar si un gato, y en general cualquier otro animal de compañía es feliz en nuestro hogar. Si ves que tu gato se recuesta y duerme con sus patas metidas hacia dentro, y la cola y la cabeza completamente relajadas, puedes estar seguro de que tu gato se siente cómodo y placentero en tu casa.
Largos maullidos: Cuando un gato nos maúlla, es señal de que algo nos está intentando transmitir. Por ello, si tu gato emite un largo maullido mientras lo acaricias o le gusta ronronear cuando acercas tus manos hacia su cabeza, esto es señal de que le gusta estar contigo y que se siente pleno y dichoso con la vida que le das.
Pupilas dilatadas: Los ojos de un gato son también un indicio muy elemental a la hora de detectar su grado de felicidad. Cuando un gato sufre una dilatación muy repentina de las pupilas, podemos pensar que se encuentra en un momento de excitación y felicidad.
Se frota contra ti: El cuarto signo que pone en evidencia que tu gato es feliz, es que se frote contra ti. Y es que cuando un gato se frota con las piernas o el cuerpo de una persona, es un gesto comparable al abrazo que nos damos los seres humanos.
