¿Qué hago si mi gato no puede respirar?

Al hablar de dificultades respiratorias en los gatos hay que diferenciar entre los problemas derivados de una enfermedad, por ejemplo un fuerte resfriado que hace que su nariz esté taponada, y lo que es un ahogamiento que puede poner en peligro la vida del animal. Si observas que tu gato no está respirando correctamente o que tu gato se está ahogando, debes acudir al veterinario porque puede tener una infección que esté afectando a sus vías respiratorias y necesitar un tratamiento específico que evite males mayores. Así pues, ¿qué más puedes hacer si tu gato no puede respirar? Presta especial atención.

Si tu mascota está perfectamente y de repente le cuesta coger aire o, directamente, se está asfixiando, tendrás que actuar con calma pero con rapidez. Prueba primero a hacerle unas caricias en la zona del mentón. Pasa tus dedos debajo de su barbilla. Este gesto hará que trague saliva y puede que sea suficiente para que se le pase la molestia.

Qué hacer cuando un gato no puede respirar bien

Si sospechas que no puede respirar porque ha ingerido algo que obstruye su garganta, ábrele la boca para comprobarlo. Si a simple vista ves lo que provoca la obstrucción, intenta retirarlo con tus dedos. Ten sentido común y haz la maniobra solo si ves claro que es posible. Si el objeto en cuestión está demasiado profundo, no lo intentes porque podrías empujarlo y hacer que pasase a las vías respiratorias agravando el problema. Tus cuidados no servirán de nada en este caso.



Si no sale lo que le impide respirar, coge y sujeta al gato en una mano, de manera que su barriga quede apoyada en tu antebrazo. Inclínalo ligeramente hacia abajo mientras que, con tu otra mano, le das golpecitos en el lomo. Tal vez así, el objeto extraño salga y el gato se recupere.

En casos extremos, puedes realizar la maniobra de Heimlich. Sujeta al gato con tus antebrazos por debajo de sus patas delanteras (su lomo estará apoyado en tu barriga y su cabeza en tu pecho). Desde esta posición, coloca tu puño justo donde terminan sus costillas y empieza el abdomen. Presiona justo en ese punto, hacia adentro y hacia arriba 2 – 4 veces. Puede que así consigas que salga lo que el impide respirar correctamente.

Por supuesto, todas estas son medidas de emergencia y, en cualquier caso, ante dificultades respiratorias debes llevar a tu gato al veterinario lo antes posible.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No