¿Qué hacer si mi gato tiene miedo?

Tu gato puede asustarse por multitud de razones. Algunas son pasajeras y no hay que darles mayor importancia, pero otras persisten y hacen que el gato llegue a sentirse realmente mal ante determinadas situaciones. Puede que le den miedo las tormentas, los petardos, las personas, otros animales…

Normalmente un gato preso del pánico tiende a esconderse y, a la hora de intentar ayudarle, debes actuar siempre con mucho cuidado porque el mismo miedo podría hacer que tuviese una conducta agresiva.

Si tu gato está asustado, nunca le acorrales. Déjale su espacio sin agobiarle, proporcionándole siempre una vía libre por si tus palabras cariñosas no le convencen y decide irse a otra parte.



Los gatos tienen una capacidad sensorial asombrosa y cuando el tuyo tiene miedo, está en alerta y con todos sus sentidos al máximo. Por eso, tu lenguaje, no solo verbal sino también corporal, es muy importante a la hora de ayudarle a relajarse y de dejar atrás ese miedo que lo paraliza.

Ve hacia él agachada y sin mirarle de frente, para que no interprete una actitud desafiante. No te precipites ni hagas movimientos bruscos. Acércate a tu gato despacio y siéntate próxima a él (en el suelo). Si el felino confía en ti, tu presencia, tranquila y sin agobiarle, le trasmitirá seguridad. Pasados unos minutos, puedes acercarte un poquito más, e incluso mirarle parpadeando lentamente. Verás cómo se va relajando y tal vez comience él también a bajar sus párpados lentamente. La cosa va bien.

Por último, no está demás llevar alguna de sus golosinas favoritas y, cuando esté más tranquilo, dársela como premio a su buen comportamiento.
Algunos animales tienen realmente pánico a algo determinado y no es fácil lograr que lo superen. Un ambiente tranquilo, en el que se sientan seguros, es la mejor ayuda pero hay casos que requieren terapias específicas sobre las que puede informarte tu veterinario.

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