¿Por qué mi gato tiene miedo a las alturas?

La cornisa de una ventana, la rama de un árbol o la estantería del salón… los gatos tienen un excelente sentido del equilibrio y casi todos están encantados en lugares que a nosotros nos darían vértigo.

Los sitios altos les gustan porque se sienten seguros, viendo y controlando cuanto les rodea, pero hay gatos que las alturas les asustan o les producen un bloqueo total que los paraliza.

En este tema hay que diferenciar si el gato se sube a un lugar porque le apetece o si somos nosotros los que lo subimos. Las dos situaciones son muy diferentes. Si coges a tu gato y lo elevas por encima de tu cabeza, como un juego, no le hará ninguna gracia, no porque tenga miedo a la altura, sino porque no le gusta sentir que no controla la situación. Por otra parte, si lo dejas en un lugar alto, al que él no ha accedido, no conoce la posible “salida” y en este caso, tampoco se sentirá cómodo, porque un gato siempre busca tener una escapatoria a mano.



No es habitual, pero hay gatos que, igual que las personas, sufren vértigos. El animal siente que se marea y pierde el equilibrio, por lo que, consciente de sus limitaciones, evita despegarse del suelo más de lo imprescindible.

Algunos gatos bebés o ancianos suelen también padecer el “mal de alturas”. En los cachorros, se trata simplemente de inexperiencia. Es normal que un gatito explorador se suba a un árbol y no sepa cómo bajar. En un gato mayor, el problema es que los años no perdonan y esa agilidad, que le ha permitido trepar una y otra vez, ha desaparecido. Síntomas como la ataxia,provocada por una enfermedad, pueden estar detrás del miedo de un gato a los lugares altos.

Por último, una caída que haya dejado malherido al animal es otra de las causas, más lógica y probable, por las que un gato rehúye las alturas.

¿Qué hacer si mi gato tiene miedo?

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No