¿Por qué mi gato me ataca sin motivo?
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En general, el gato es un animal tranquilo y hogareño, pero es cierto que en ocasiones ataca y no sabemos por qué. En la inmensa mayoría de los casos sí hay un motivo, lo que ocurre es que lo desconocemos. Por lo tanto, si no sabes por qué tu gato te ataca sin motivo, te aconsejamos que sigas leyendo para tratar de entender el comportamiento de tu gato (incluso cuando este es agresivo)
Descubre por qué los gatos atacan a sus dueños
En la mayor parte de las ocasiones -siempre y cuando no hayan sufrido una experiencia traumática- los gatos presentan una conducta agresiva por motivos que son fácilmente identificables. Conocerlos es un plus para que mejore la relación con tu felino. Así pues, ¿por qué los gatos atacan sin razón aparente? Presta especial atención:
1. Son pequeños y quieren jugar
Los gatos bebés son tremendamente juguetones y están desarrollando su instinto natural de caza. Por eso no es extraño que de repente salten a tus pies para luego salir corriendo. En realidad estos no son ataques sino juegos y, lo normal, es que a medida que crezcan, vayan desapareciendo. Aunque tu gato vaya siendo mayor, sigue jugando con él para que haga ejercicio. Un exceso de energía acumulada puede ser la causa de su “mal comportamiento”. Está aburrido y quiere que le hagas caso (así de simple), así que vale la pena que pongas en práctica estos consejos para educar a un gato bebé. ¡Te sorprenderán!
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2. Padecen algún tipo de dolencia
En gatos mayores puede ocurrir que tengan un problema de salud. Tal vez el tuyo se haya dado un golpe y tenga dolor o padezca artritis. Sin darte cuenta, con tus caricias, le estás haciendo daño, por eso salta como un resorte y te “bufa”. Consulta al veterinario.
3. Tienen miedo
Cuando el gato se agacha encorvado, con las orejas hacia atrás, enseñando los dientes, te está avisando de un ¡ataque inminente! Lo suele provocar el miedo, una de las razones más frecuentes por las que tu gato te muerde. Algo le ha asustado y se pone a la defensiva. Averigua qué lo ha provocado y déjale tranquilo hasta que se calme, pero nunca le arrincones.
4. Necesitan su espacio
Otra causa muy común es que el gato está harto de que le acaricies. Ellos son así, independientes por naturaleza. Si lo tienes en tu regazo y notas que está inquieto (no ronronea adormilado), lo mejor es dejarle por si prefiere marcharse; de lo contrario puede volverse y darte un mordisco. También, si haces algo que le disgusta (tocarle las orejas, el rabo, agarrarle las patas traseras…) no es raro que te lleves un susto.
Por último, hay situaciones en las que el gato es más proclive al ataque. Durante el celo o cuando una gata acaba de parir (defenderá, como nadie, a sus cachorros) deberás extremar las precauciones.
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