¿Por qué mi gato bebé me tiene miedo?
Un gatito pequeño, recién separado de su madre, se puede sentir inseguro y asustado. Especialmente cuando llegue a tu hogar, en las primeras semanas, tendrás que poner especial empeño en que se sienta cuidado y atendido para que el proceso de socialización se desarrolle de manera correcta.
Piensa que para él todo es nuevo y, más que tenerte miedo a ti, lo que le ocurre es que se encuentra indefenso y desbordado ante tanto cambio (¡ponte en su lugar!).
Por otra parte, tu gato bebé puede verte como un verdadero gigante. Tu altura, aunque seas bajita, le impone, al igual que tu voz, que de momento le es desconocida, o los gesto de tus manos que realizas sin darles mayor importancia.
Paciencia y cariño son fundamentales para que, poco a poco, el gatito se sienta seguro y vaya ganando confianza. Sobre todo al principio, procura hablarle a su altura, es decir agachada, a ras de suelo. De esta manera te verá más parecida a él y menos “enorme”.
Tu gato cachorro también puede haberte cogido miedo por algún detalle del que no eres consciente, pero que le ha asustado. Le has regañado demasiado brusco al intentar enseñarle alguna conducta; has pasado una ruidosa aspiradora cerca de él;le has pisado la cola sin querer… recuerda que es pequeño y que, hasta hace nada, estaba con mamá gata. Tenlo presente y extrema el cuidado a la hora de procurar que esté a gusto.
En algunos casos, puedes dar con un gato especialmente asustadizo frente a los seres humanos. Suele ocurrir con aquellos han tenido alguna mala experiencia anterior. Puede que tu gatito fuese abandonado y al llegar a tu casa se muestre receloso y tímido. Por suerte, al ser un gato aún bebé, superará la situación en cuanto note que realmente estás dispuesta a cuidarle y darle todo tu cariño.