¿Qué cambios experimentan los gatos tras la esterilización?

La esterilización de los gatos es una intervención quirúrgica que se practica para eliminar las glándulas sexuales y genitales, los testículos en el caso de los machos y los ovarios en el de las hembras. Existen muchas dudas sobre los cambios que puede llegar a producir la castración en los gatos, tanto en el estado físico como en su conducta.

Es cierto que la castración supone algunos cambios pero no implica una modificación total en el carácter y “personalidad” del gato. Es decir, si tienes un gato nervioso y agresivo, la castración no lo va a transformar en el más tranquilo del mundo, solo reducirá los síntomas de su estrés.

Castrar a una mascota es una decisión que debe tomar, de manera responsable, cada dueño sabiendo que sí puede producir una serie de cambios físicos y psicológicos.

Cambio de carácter en el gato castrado

La castración afecta al instinto reproductor del gato. En un gato castrado, los síntomas del celo en los gatos disminuyen de manera notable e incluso pueden desaparecer casi por completo, siempre dependiendo de cada animal. La necesidad de marcar el territorio o de escaparse constantemente para ir al encuentro de la gata suele dejar de ser un problema.

El gato en general se muestra más tranquilo y sosegado y algunos se vuelven incluso más cariñosos y apegados a sus dueños.

Cambios físicos en los gatos esterilizados

En muchas ocasiones, los gatos esterilizados engordan -sobre todo en las primeras semanas o meses posteriores-. En este periodo es muy importante controlar la alimentación, limitando la ingesta calórica. Además, es fundamental procurar que el gato mantenga su actividad física animándole a jugar y a hacer ejercicio.

En resumen, la castración sí provoca cambios en los gatos pero sus efectos, más o menos acentuados, dependen de las características de cada animal y también de los cuidados que le dediquemos tras la intervención.