¿Por qué mi gato tiene un ojo medio cerrado?

Aunque pueda parecer que te está guiñando un ojo, cuando un gato tiene el ojo medio cerrado, lo más probable es que tenga algún problema ocular. Sobre todo si hablamos de gatos bebés o de gatos jóvenes, las pequeñas lesiones en la córnea son algo bastante común.

Jugando con cualquier cosa, en alguna pelea con un perro u otros gatos, trepando por el tronco de un árbol… A diferencia de lo que ocurre con las personas, los gatos no cierran los párpados de manera instintiva para proteger sus ojos y no es extraño que acaben recibiendo alguna pequeña herida: una rama, una astilla, las afiladas uñas de su contrincante, o las suyas propias al rascarse o acicalarse pueden provocar una mínima incisión que seguramente tú no percibirás a simple vista.

¿Por qué mi gato cierra un ojo?

Aunque no veas nada extraño como hinchazón o lagrimeo, ese tipo de pequeñas heridas suelen ser el motivo más común por el que un gato permanece con uno de sus ojos medio cerrado o cerrado del todo. Tu mascota tiene una molestia y encuentra alivio y protección bajando el párpado. Limpiar los ojos de tu gato con manzanilla es una buena ayuda pero ten en cuenta que puede no ser suficiente. Si la herida no se cura bien, podría derivar en una infección ocular de serias consecuencias.

En ojo cerrado del todo podría indicar el principio de una conjuntivitis que, rápidamente, se contagiará al otro ojo y también ser síntoma de otras afecciones oculares.

Por todo ello, si tu gato tiene un ojo medio cerrado y no termina de abrirlo en un par de días, llévalo al veterinario para curárselo y evitar males mayores.