La artrosis es una enfermedad muy común en los gatos, especialmente en aquellos que alcanzan cierta edad. De hecho, y según demuestran diversos estudios científicos, aproximadamente 9 de cada 10 gatos mayores de 12 años, presenta algún síntoma relacionado con la degeneración de las articulaciones. La artrosis de los gatos es una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones, y a través de la cual, se va desgastando progresivamente el cartílago que rodea la articulación. Esto provoca que el hueso del gato quede expuesto y, por lo tanto, que sufra un incómodo dolor o malestar cada vez que realiza cualquier movimiento.
Las causas de la artrosis que padecen los gatos pueden ser muy diversas, sin embargo, las más comunes son: la artrosis genética (la padecen especialmente los gatos de raza Maine Coon y los gatos Abisinios), la artrosis por traumatismo (la padecen los gatos que han sufrido una fractura previa de algún hueso), artrosis por obesidad (afecta a los gatos que tienen sobrepeso), y artrosis por acromegalia (se trata de una enfermedad hormonal que suele tener poca incidencia en los gatos, pero que en ocasiones puede agravar la artrosis).
Señales de que tu gato tiene artrosis
Como cualquier otra enfermedad, existen una serie de signos bien definidos que pueden descubrir que tu gato padece artrosis. En este caso, es conveniente que observes bien cada uno de estos síntomas, y que en caso de duda pongas a tu mascota en manos de un veterinario, para que pueda practicarle un diagnostico más preciso.
1. Movilidad reducida
Una de las primeras manifestaciones de la artrosis en los gatos es un descenso acusado en su movilidad habitual. De hecho, los gatos que padecen artrosis comienzan a presentar dificultades para trepar sobre los muebles de la casa, buscan lugares más accesibles para dormir sus siestas, o tienen dificultades para entrar a su arenero (especialmente si éste es muy alto).
2. Cambios de humor
Además de observar cómo nuestro gato se dispone a hacer mucho menos ejercicio que antes, otro de los síntomas más evidentes que presentan los gatos con artrosis es un cambio repentino de carácter.
En este caso concreto, lo más habitual es que tu mascota interactúe mucho menos contigo y con los demás miembros de la familia; que tenga menos ganas de jugar; y que se muestre enfadado cuando alguien intenta cogerlo o jugar con él.
3. Reduce su actividad
Si hace unos meses tu gato era un autentico torbellino, al que le gustaba correr, trepar y andar por la casa a cualquier hora del día o de la noche, es probable que ahora observes un descenso considerable en su nivel de actividad diaria.
Los gatos con artrosis se muestran reacios a caminar, a salir al exterior, a trepar los muebles, a salir a cazar, incluso, suelen dejar que sus uñas crezcan hasta el extremo debido, precisamente, a la falta de actividad.
4. Se asea menos
Los gatos que debutan en esta enfermedad suelen presentar un síntoma muy común: la falta de acicalamiento. Si antes de padecer artrosis, tu gato disfrutaba acicalándose a cualquier hora del día, es probable que ahora que padece esta enfermedad deje de hacerlo o, al menos, que se acicale con menos frecuencia.
5. Menos apetito
Los gatos con artrosis no quieren comer, debido a que sus necesidades energéticas se reducen drásticamente al dejar de realizar ejercicio físico y llevar una vida mucho más sedentaria.
6. Rigidez en las patas
Si tu gato tiene artrosis, podrás observar también cómo le cuesta mucho levantarse del lugar en el que ha estado descansando. Este síntoma se suele aliviar cuando el animal anda un rato y estira de nuevo sus articulaciones.
