¿Qué hago si mi gato ha sufrido un golpe de calor?

El golpe de calor o la hipertermia en los gatos es una situación extremadamente peligrosa que puede poner en serio riesgo la vida de tu mascota, y que se produce sobre todo, durante los meses de verano. Cuando la temperatura exterior es elevada, los gatos comienzan a sentir dificultades para transpirar, y no consiguen bajar su temperatura corporal. Esto les lleva a agotar sus reservas de glucosa y de sales minerales, lo que les origina un colapso inmediato en su organismo, que puede provocarles a la muerte en pocos minutos.

Los gatos que están sufriendo un golpe de calor suelen presentar algunos síntomas muy característicos, como los vómitos, la astenia, la dificultad para respirar, un ritmo cardiaco acelerado, incluso, unas pequeñas manchas de sangre llamadas petequias, que se manifiestan por todo el cuerpo.

Cómo actuar ante el golpe de calor de tu gato

Lo primero que hay que hacer cuando observamos que nuestro gato está padeciendo un golpe de calor, es llevarlo al veterinario de forma urgente. Sin embargo, si esto no fuera posible, es importante tomar algunas medidas para que la salud de nuestra mascota se estabilice, y no corra peligro su vida.

En primer lugar, se recomienda colocar al gato en un lugar fresco, en el que la temperatura sea inferior, bien por la acción de un aparato de aire acondicionado, o bien por una corriente de aire que entre por una ventana.

Lo siguiente que hay que hacer es aplicar compresas de agua fría en las zonas más sensibles al calor del cuerpo de tu mascota, como son por ejemplo, la cabeza, el cuello, las inglés y axilas. Es importante no cubrir la totalidad del cuerpo del animal, ya que esto podría contribuir a que su cuerpo experimentara una nueva subida de temperatura.



El siguiente paso a seguir ante un gato que ha sufrido un golpe de calor, es hidratarlo a la mayor brevedad posible. Para ello, lo más adecuado es introducirle gotas de agua en la boca mediante una jeringuilla, o bien, poner su hocico debajo de un grifo de agua fría. Es importante que no obligues a beber al animal, sino que sólo le humedezcas levemente la lengua y el hocico, para evitar que se pueda ahogar.

Una vez que notes comienza a respirar con un patrón normal, y que su ritmo cardiaco se ha normalizado por completo, podrás entonces introducirlo en la bañera y darle una breve ducha, con el objetivo de ir subiendo poco a poco su temperatura corporal.

En el caso de que necesites acelerar este proceso, puedes también echar unos cuantos cubitos de hielo en la bañera, para conseguir que la temperatura del agua sea más fresca en menor espacio de tiempo.

Hay que tener en cuenta que la prevención es la medida más importante que debes tomar para evitar que tu gato sufra un golpe de calor este verano. Por ello, has de procurar que tu mascota siempre disponga de agua limpia y fresca a su alcance, así como que nunca jamás lo dejes sólo en un espacio cerrado sin la ventilación apropiada, como en un coche, en una habitación cerrada, o dentro de un trasportín, por ejemplo.

No permitas tampoco que tu gato realice demasiado ejercicio físico en las horas de más calor del día, ni dejes que se exponga demasiado tiempo al sol. En este sentido, aunque tu mascota permanezca dentro de casa, intenta poner cortinas con filtro -UV en todas las ventanas para que tu hogar no coja demasiado calor durante las horas centrales del día.

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Autor

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con el mundo animal, especialmente con los gatos y sus cuidados.


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