Posibles complicaciones en el parto de una gata

Al igual que ocurre con los humanos y con otras especies animales, también pueden surgir diversas complicaciones en la última fase del embarazo de las gatas. Ahora que conoces los síntomas de parto en una gata, debes mantenerte atento a las posibles complicaciones en el parto de una gata. Presta especial atención.

Problemas en el parto de las gatas

Aunque por norma general, las gatas suelen parir a sus crías sin muchas complicaciones, sus dueños han de estar muy pendientes a lo largo de todo el parto de las gatas, con la finalidad de detectar posibles señales que indiquen alguna complicación.

Distocia

Una de las complicaciones que se suele dar con más frecuencia en el parto de la gata es la llamada distocia o, lo que es lo mismo, la dificultad que encuentran las crías para atravesar el canal del parto de su madre. Esta complicación suele surgir cuando el tamaño de los gatitos es muy grande, y les resulta muy difícil sacar la cabeza al exterior. En el caso de los gatas persas, esta complicación suele ser habitual en el parto, debido en gran medida al gran tamaño que presenta la cabeza de esta raza de gato.

Interrupción del parto

Otra de las complicaciones más comunes que pueden surgir en el parto de las gatas, es que éstas sufran un parón durante el proceso de expulsión de las crías. Habitualmente, el intervalo de tiempo que trascurre entre el nacimiento de una cría y la siguiente, suele ser de unos 20 minutos.



Sin embargo, si este periodo se dilata durante cuatro horas o más, se puede considerar que ha surgido una interrupción del parto, que podría poner en serio riesgo tanto la vida de la gata, como la de las crías que están por nacer.

Líquido oscuro

Si justo antes de la fase de expulsivo en el parto, la gata comienza a expulsar un líquido oscuro y viscoso, podríamos decir que el parto está sufriendo una complicación. Este fluido suele tener, además, un olor putrefacto que, o bien indica que la gata tiene una infección en el útero, o que quizá hay algún cachorro muerto en su vientre.

Fiebre

Como ocurre con cualquier otro mamífero, la fiebre es síntoma de que el organismo está luchando contra alguna enfermedad, ya sea vírica o infecciosa. Por lo tanto, las gatas que durante o tras el parto padecen fiebre, es más que probable que estén sufriendo algún tipo de infección, que deberá ser tratada con los antibióticos que le prescriba un veterinario. Es sumamente importante saber si tu gata tiene fiebre para poder actuar en consonancia.

Hemorragias

Cuando tu gata está embarazada tu gata está embarazada y está sangrando puede ser síntoma de posibles complicaciones en el parto de la gata. Al igual que cualquier otro mamífero (incluidos los humanos) las gatas expulsan la placenta tras haber dado a luz a sus crías.

Este líquido placentario suele ser de un color rosa claro, y la hemorragia suele cesar trascurridos unos minutos. Sin embargo, si la sangre es muy oscura, y la hemorragia se prolonga más allá de unos minutos, es muy probable que la gata esté sufriendo una complicación grave, como por ejemplo, la rotura del útero. En este caso, es preciso llevar al animal al veterinario de forma urgente.

Aborto espontáneo

Tanto durante el embarazo como durante el proceso del parto, cabe la posibilidad de que la gata sufra un aborto espontáneo de alguna de sus crías. En principio, un aborto espontáneo no debería ser síntoma de alarma, sin embargo, si el feto no sale al exterior y se queda alojado en el útero, podría provocarle a la gata una infección grave y peligrosa.

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Autor

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con el mundo animal, especialmente con los gatos y sus cuidados.


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