Con el objetivo de que puedan convivir con humanos o compartir hogar con otros animales, los gatos deberán ser iniciados en un proceso de socialización desde que son bien pequeños. Eso sí, hay que tener en cuenta que en el periodo de socialización de un gato pueden influir diferentes factores como el carácter del gato, la manipulación que haya sufrido su madre durante su embarazo, la edad en la que comenzamos a socializarlo, o la estimulación recibida por el gato durante todo este proceso.
¿Cómo socializar a un cachorro de gato?
Cuando se separan a los gatitos de su madre y el animal llega a su nuevo hogar, sus dueños deberán llevar a cabo un intenso trabajo de socialización con este cachorro, con el objetivo de que se habitúe cuanto antes a vivir en un entorno compartido con seres humanos.
En las primeras etapas de la socialización y cuando aun está con su madre, el gatito asumirá una serie de conductas y de comportamientos a través de la imitación de su madre. Y es que, de ella aprenderá nociones básicas para su vida, como por ejemplo, la forma de comer, cómo lamerse, incluso, a cazar.
Durante los primeros meses de vida de un gato se definirá cómo será su carácter en el futuro, y también cómo serán sus relaciones con otros animales de su misma especie, de especies diferentes, incluso, cómo será su relación con los humanos.
Claves de la socialización de los gatos adultos
Cuando nos proponemos socializar a un gato adulto, hemos de tener en cuenta cómo ha sido la vida de ese animal en el pasado, ya que esto influirá mucho en su proceso de socialización posterior.
En este sentido, si el gato que hemos recibido tiene, por ejemplo, un carácter muy tímido o ha sufrido algún tipo de trauma de pequeño, es probable que todos los esfuerzos que hagamos por socializar a nuestra nueva mascota sean en balde, y debamos conformarnos, sin embargo, con que este animal sea capaz de convivir con nosotros si problemas.
Para poder socializar a un gato hemos de seguir algunas pautas necesarias para que el proceso resulte exitoso. En primer lugar, y antes de que el gato llegue a casa, debemos reservar un espacio especial para él. Hay personas que optan por dejarle toda la casa, sin embargo, esto no es recomendable, ya que es mucho mejor que el animal se acostumbre a hacer su vida en una sola estancia.
El espacio que busquemos ha de ser tranquilo (alejado de ruidos) y seguro para el animal. Lo mejor es una habitación en la que entre algo de luz durante el día, y que no tenga demasiados rincones en los que el gato pueda esconderse.
Cuando el nuevo gato llega a casa, puedes acercarte a él ofreciéndole algo de comida, para ir así ganándote su confianza poco a poco. Aun así, si el gato se muestra algo desconfiado, lo mejor es no acercarse a él de forma repentina, sino procurar que este acercamiento se vaya produciendo paulatinamente a lo largo de los días siguientes.
Una vez que el gato comience a acercarse a nosotros, podemos empezar a acariciarlo, a hablarle en un tono bajito, y acercarnos a él para que vaya reconociendo nuestro olor, pero nunca forzando ninguna situación.
¿Es posible socializar a un gato callejero?
Aunque los gatos callejeros suelen ser animales salvajes que nunca han convivido con personas humanas, con esfuerzo y con paciencia es posible llegar a socializar a un gato callejero, claro que sí.
A menudo, estos gatos suelen pasar mucho hambre, y una buena técnica para conseguir que se vayan acercando a nosotros es ofreciéndoles comida todos los días, para ir así ganándonos su confianza.
