Uno de los motivos que puede generar mucho estrés en un gato es, sin lugar a dudas, el cambio de residencia. Si tienes que hacer una mudanza y quieres evitar que tu mascota pase un mal trago, sigue estos consejos para que la mudanza con tu gato sea lo más llevadera posible.
Consejos para mudarte con tu gato
Si quieres que la mudanza con el gato resulte lo menos estresante posible, tanto para todos los miembros de tu familia como para tu gato, lo más importante es que hagas una buena planificación por adelantado, contemplado todos los detalles del cambio de hogar.
El día que llegue la mudanza, y antes de que los operarios de la mudanza se dispongan a vaciar la casa, es recomendable que dejes a tu gato dentro de una de las habitaciones de la casa. De esta forma, le alejarás de todo el ajetreo que pueda causar el movimiento de muebles y la circulación de personas extrañas para tu mascota por toda la casa.
Una vez que todas las habitaciones estén vacías, ahora toca vaciar al dormitorio en el que ha estado encerrado tu gato. El mejor consejo es que saques a tu mascota de esta habitación, y la metas en su trasportín con la intención de subirlo en el coche para llevarlo a su nueva casa.
Otro interesante consejos es que coloques en la casa nueva un difusor de feromonas para gatos en uno de los enchufes de vuestro nuevo hogar, y si es posible, en la habitación en la que va a permanecer tu gato hasta que coloques todos los muebles en la casa y se dé por concluida la mudanza. Es conveniente que algún miembro de la familia acompañe a tu mascota durante su estancia en una de las habitaciones de la nueva casa, de esta forma no se sentirá tan sólo en un lugar aun desconocido para él.
El cuarto consejo es que trates de permanecer lo más tranquilo posible para evitar trasmitirle los nervios del ajetreo de la mudanza a tu mascota. Actúa como si no hubiera pasado nada, adoptando una actitud de total normalidad.
¿Cómo debe ser la mudanza con dos gatos?
Si te vas a mudar de casa con dos gatos, la tarea del cambio será mucho más fácil que si solo te mudas con uno. Esto se debe a que ambos gatos pueden hacerse compañía cuando tengan que permanecer encerrados en una habitación de la casa, mientras se llevan los muebles, y también cuando tengas que instalarlos en el nuevo hogar.
La adaptación de los gatos tras una mudanza
La adaptación de un gato a su nuevo hogar será más rápida o más lenta, en función de la actitud que adoptéis todos los miembros de la familia. En este sentido, y para que la mascota sea consciente de que se ha producido un cambio de casa, lo más recomendable es evitar que éste salga a la calle durante unas cuantas semanas, con el objetivo de que sea consciente de os habéis mudado a una nueva casa.
Si notas que tu gato está algo estresado, procura evitarle grandes comilonas, ya que es preferible que ingiera tomas pequeñas varias veces al día, en lugar de darse un atracón.
Otro truco muy eficaz para conseguir que un gato se acostumbre a su nuevo hogar, es impregnar un algodón de su olor corporal (pasándoselo por las mejillas, las orejas y en general, por todas las glándulas faciales). Después, deberás pasar este algodón por los rincones de la casa nueva y por todos los muebles, con el objetivo de que tu mascota reconozca que su olor está también impregnado en vuestro nuevo hogar.
