Guía de convivencia entre gatos y bebés

Si llevas años conviviendo con uno o más gatos en casa, y ahora te acabas de enterar de que en unos meses te convertirás en padre o madre, no te preocupes. Y es que, ahora que ya sabemos que los gatos suelen ser fieles compañeros de los niños y que tampoco suponen un peligro para las embarazadas, tu mascota podrá seguir formando parte de la familia y se adaptará perfectamente a la llegada del bebé. Tan sólo has de tener presentes algunas claves para que este proceso de adaptación a la nueva situación familiar así como la convivencia entre tu gato y el bebé, sea lo más llevadera posible, tanto para vosotros como para vuestro gato.

¿Los gatos pueden convivir con bebés?

Hay que aclarar, en primer lugar, que los gatos son animales que suelen llevarse muy bien con los niños y con los bebés. De hecho, numerosos estudios han puesto de manifiesto la cantidad de ventajas que supone para los benjamines de la casa, pasar su infancia junto a un gato: potencia su autoestima, lo hace ser más responsable, incluso, refuerza su sistema inmunitario.

Sin embargo, hay que matizar que los gatos son muy sensibles a cualquier cambio que se produzca en su vida y en su hogar, y que cualquier novedad que irrumpa en su rutina puede generarle estrés, tristeza e inseguridad.

Cómo debe convivir un gato con un bebé

Para conseguir una buena convivencia con nuestro gato, una vez que se produce la llegada del bebé a casa, es conveniente seguir una serie de consejos que resultarán clave para el entendimiento entre nuestro hijo y nuestra mascota.

Planificar una rutina para el gato

Una vez que el bebé llegue a casa, es más que probable que vosotros, como padres, estéis muy volcados con el niño, y puede que en ocasiones se os olviden ciertas obligaciones para con su mascota.



Por ello, durante el embarazo y antes de que el bebé llegue a casa, es conveniente que se planifique una rutina para nuestro gato, a la que tanto él como nosotros estemos bien acostumbrados una vez que se haya producido el nacimiento del bebé. Esta rutina ha de contemplar, por ejemplo, las horas de las comidas de nuestra mascota, el tiempo de juego que le vamos a dedicar cada día, o los días en los que debemos llevar a nuestro gato a alguna revisión al veterinario.

Acostumbrarle al bebé

Este puede parecer el paso más complicado y más difícil de poner en marcha pero, no te quepa duda que si lo llevas a cabo con completa naturalidad, la relación de tu mascota con el bebé será todo un éxito.

En este sentido, y una vez que el bebé llegue a casa, deja que tu gato se acerque a olerle y que se familiarice con los objetos y juguetes de tu hijo. De esta forma, enseguida se acostumbrará al olor del bebé, y lo aceptará como un miembro más de la familia sin que esto le suponga una situación de estrés o de tristeza.

Ofrecerle mucho cariño y atención

Si antes de que el bebé llegara a casa todo eran cariños y atenciones para tu gato, no debes bajar este listón una vez que haya nacido tu hijo, ya que tu gato se sentirá desatendido y lo notará.

Procura reservarte algún momento del día para estar a solas con tu mascota (como solíais hacer antes), y aprovecha este rato para darle mimos, jugar con él, incluso, para premiarle con alguna golosina por su buen comportamiento con el bebé.

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Autor

Carolina Ferreiro

Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid. Mi vocación es contar noticias y transmitir información útil y relevante para los demás. En el día a día disfruto con todos los temas que están relacionados con el mundo animal, especialmente con los gatos y sus cuidados.


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