La artrosis de los gatos es una enfermedad muy común que suele afectar a las articulaciones de los gatos a partir de los doce años de edad. Sin embargo, existen casos en los que los gatos más jóvenes pueden también padecer artrosis, debido a razones genéticas o a otras patologías asociadas a esta enfermedad. Te contamos cuáles son los cinco casos de artrosis más comunes en los gatos.
Artrosis en gatos jóvenes
La artrosis es una enfermedad degenerativa e irreversible, que puede afectar también a los gatos bebés. Aunque se trata de una patología que, en principio, suele pasar inadvertida, los gatos que la sufren van presentando una dificultad progresiva para caminar, para subir y bajar escaleras, incluso para realizar cualquier movimiento (en los casos más graves).
Cuando la artrosis afecta a un gato joven, el diagnóstico precoz resulta fundamental, ya que aunque se trata de una enfermedad que no tiene cura, los gatos jóvenes que la sufren pueden, sin embargo, recibir tratamiento para mejorar muchos de los síntomas asociados.
Artrosis en gatos adultos
El 90% de los gatos que padecen artrosis tienen alrededor de 12 años de edad, esto indica que se trata de una enfermedad que afecta principalmente a gatos en la edad adulta, y en menor medida a gatos jóvenes.
Además de los síntomas físicos, los gatos adultos con artrosis suelen sufrir también drásticos cambios de comportamiento, volviéndose sobre todo más gruñones, teniendo menos ganas de jugar, incluso, reduciendo también la ingesta de comida diaria.
El tratamiento de la artrosis en gatos suele estar basado en medicamentos antiinflamatorios, que deben siempre ser prescritos por un veterinario. Además, los gatos adultos con artrosis deben seguir una alimentación para gatos específica baja en calorías y libre de grasas para evitar el sobrepeso (uno de los agravantes más destacados de la artrosis en gatos adultos)
Artrosis degenerativa en gatos
La artrosis felina también recibe el nombre de artritis degenerativa, y se trata de una enfermedad que afecta a los cartílagos que cubren los huesos del gato, y que progresivamente se van desgastando, por eso es una enfermedad degenerativa.
Aunque muchos gatos pueden padecer artrosis desde su nacimiento, no es hasta transcurridos unos años el momento en el que empiezan a aparecer los síntomas más evidentes de esta enfermedad: movilidad reducida, dolor articular severo, cambios de humor...
Por ello, un diagnóstico precoz de la artrosis en los gatos jóvenes es fundamental para que el animal pueda llegar a la edad adulta con cierta calidad de vida.
Artrosis severa en gatos
Los gatos que presentan una artrosis en un avanzado grado o lo que es lo mismo, una artrosis severa, precisan de unos cuidados fundamentales para evitar que el dolor se adueñe de su día a día.
En este sentido, los gatos ancianos que padecen una artrosis severa han de estar alimentados con piensos muy nutritivos y específicamente formulados para felinos que padecen esta enfermedad, con una mayor concentración de proteínas, menos grasas, fósforo y ácidos grasos esenciales.
Asimismo, es importante que estos gatos sigan un estricto control veterinario, por lo que se recomienda programar, como mínimo, dos visitas al año con este especialista para que revise el tratamiento de nuestra mascota, y nos facilite nuevas pautas para su cuidado.
Artrosis de cadera en gatos
La artrosis de cadera en gatos, también conocida como displasia de cadera, no suele ser una enfermedad común en estos animales, pues se trata de una patología asociada especialmente a los perros y a otras especies.
Sin embargo, los gatos que la padecen con mayor frecuencia suelen ser los gatos de raza (sobre todo los Maine Coon), y tiene mayor incidencia en las hembras que en los machos.
