¿Tener un gato en casa trae buena suerte?

Siempre envueltos en un halo enigmático y rodeados de leyendas, son muchas las culturas y civilizaciones que han relacionado a los gatos con la suerte y la fortuna (buena o mala). En el antiguo Egipto se les consideraba la reencarnación de un poderoso dios; en Japón, el felino Maneki Neko, según la creencia popular, fue el gato que hizo rico a su humilde dueño consiguiendo que ayudase a su señor feudal y todo esto sin olvidar a nuestro Gato con Botas que, solo con su ingenio, convirtió en príncipe a su amo, un pobre molinero. Pero... ¿Tener un gato en casa trae buena suerte de verdad?

¿Es bueno tener un gato como mascota?

Sí; tener gato es bueno. Hay muchísimas historias sobre la suerte que da tener como compañero a un gato y... ¿Por qué no va a ser cierto? Basta con que te fijes en su astucia, que le permite salir airoso de más de un embrollo; en su paciencia, gracias a la cual puede pasarse horas observando a una posible presa obteniendo siempre su esperada recompensa; en su sensibilidad para percibir que algo no marcha bien o en su capacidad para dormir plácidamente ajeno a cualquier preocupación (¡una verdadera suerte!). ¡El comportamiento de los gatos es admirable!

Se dice que tienen siete vidas y que siempre caen de pie. No es cuestión de probarlo, pero que es un animal listo como pocos y con recursos sorprendentes lo sabe todo aquel que tenga un gato cerca. Algunos, en cambio, afirman que los gatos negros dan mala suerte (presuntas conexiones con brujas y demonios) pero para otros, todo lo contrario: los gatos negros son los que más fortuna pueden traer a sus dueños.

Nadie puede confirmar si los gatos atraen al éxito y al dinero, pero si el tuyo se acurruca junto a ti, ronroneando de gusto, te transmitirá tranquilidad y buenas “vibraciones”; algo que, sin duda, es una suerte. Si encima te toca la lotería, te ascienden en el trabajo o triunfas en una situación complicada… ¿Quién sabe? ¡Igual es cosa del minino!