¿Qué hago si mi gato ha sido atropellado?

Un atropello es un accidente grave que requiere siempre atención veterinaria. Aunque tu gato no presente heridas externas, el golpe puede haber dañado alguno de sus órganos vitales, así que tendrás que llevarlo a que reciba cuidados sanitarios con más o menos urgencia.

Dicho esto, si tu gato ha sido atropellado deberás poner en práctica unas medidas importantes mientras solicitas la ayuda necesaria.

Es fácil decirlo y difícil hacerlo pero tienes que controlar los nervios y transmitir tranquilidad a tu gato que tendrá un susto tremendo. Si puede levantarse, seguramente intentará huir y esconderse. Procura que no lo haga, hablándole pausadamente y recodándole que estás ahí, con él, para ayudarle.

Qué puedes hacer.

- Si el gato sangra abundantemente (hemorragia), tapona la herida con un paño. Coge a tu mascota con delicadeza y acude a la clínica veterinaria.
- Si ves que tiene un hueso roto, no intentes tocárselo. Envuelve al gato con lo que puedas (tolla, pañuelo, manta...) procurando, al cogerlo, dejar libre la zona afectada y actúa como en el caso anterior.
- Si respira con dificultad, colócalo de lado y con la cabeza hacia arriba, tratando de estirar el cuello. Comprueba que no tiene nada en la boca.
- En casos más leves, donde solo detectes heridas superficiales y rozaduras producidas por el asfalto, limpia bien con agua hervida o suero fisiológico y acude a que lo miren.
- Si sangra por la nariz o la boca, no tapones los orificios nasales. Es un síntoma de heridas internas. Ya sabes dónde tienes que ir.

Como norma general, si tu gato está malherido intenta que el veterinario acuda al lugar del accidente con el equipo adecuado para así no tener que mover al animal. Si no es posible, pon en práctica los consejos indicados siempre manteniendo la calma para no estresar, aún más, al gatito atropellado.