¿Por qué mi gato tiene un bulto en el cuello?

Pueden ser muchos y muy variados los motivos que provocan la aparición de bultos en el cuello de tu gato y solo una visita al veterinario podrá determinar la causa exacta. Independientemente del tamaño y de si el animal muestra o no dolor, debes llevarlo al veterinario porque los bultos en el cuello siempre indican un problema de salud más o menos grave.



Observa ese bulto unos días porque, en el mejor de los casos, puede tratarse de un golpe o de una inflamación de garganta pasajera, pero también hay otras posibilidades más preocupantes entre las que destacan:

  • Un tumor benigno o, lamentablemente, maligno. Especialmente si el bulto cambia de forma o tamaño, la consulta al veterinario debe ser inmediata.
  • Amígdalas o ganglios inflamados. En ocasiones, una fuerte irritación de garganta provoca la inflamación de una o de ambas amígdalas manifestándose en forma de bultos en el cuello. En estos casos, el gato suele tener dificultades al tragar el agua o su comida.
  • Un absceso. Puede que tu gato haya sufrido, en una pelea, un arañazo o mordisco en la zona del cuello. Tal vez, camuflada por el pelaje, no hayas visto la herida, pero ésta se ha infectado y ha producido un doloroso absceso en forma de “bola” de pus. El veterinario tendrá que hacer una pequeña intervención quirúrgica para eliminarla y recetar el correspondiente tratamiento antibiótico.
  • Problema de tiroides. Una alteración en estas glándulas hormonales puede exteriorizarse en forma de bultos en el cuello.

Antes de alarmarte, consulta, porque también puede que simplemente se trate de un pequeño bulto de grasa sin mayor importancia.

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