Cada animal tiene su propio carácter y hay gatos más o menos tranquilos, nerviosos o agresivos, pero si hay algo que resulta desconcertante son los cambios de comportamiento repentinos e inexplicables. ¿Tu gato se ha vuelto agresivo de repente y no sabes por qué? Este artículo te interesa.
¿Por qué mi gato es agresivo conmigo?
Tu gato puede experimentar periodos de una mayor agresividad por varios motivos. En primer lugar hay que descartar una posible causa física. Una enfermedad o dolencia puede hacer que un gato cariñoso y apacible se vuelva arisco, busque la soledad y llegue a bufarte si te acercas más de la cuenta. Tal vez se haya dado un golpe, padezca dolor en sus articulaciones, inflamación de las encías, infección urinaria... puede que una parte de su cuerpo esté dolorida y tú, sin saberlo, al acariciarle le estás haciendo daño. El estrés es otra de las causas que provocan cambios de conducta en la manera de comportarse de gatos habitualmente tranquilos.
¿Por qué mi gato es agresivo de repente?
Descartadas dolencias y enfermedades, el celo es otra de las causas de agresividad repentina de los gatos. La naturaleza manda y cuando el instinto reproductor se pone en marcha, el comportamiento de tu gato en celo puede ser, temporalmente, más agresivo si hay una gatita cerca y necesita ir a su encuentro.
Además de estas causas generales, un episodio puntual de agresividad gatuna normalmente está relacionado con una potencial amenaza. Tal vez tú no la veas o ni siquiera exista, pero si tu gato, con su extraordinaria capacidad sensorial, se siente amenazado puede volverse agresivo. Detectar el motivo concreto no siempre es fácil. La llegada de una nueva mascota, la presencia de una persona que no le da “buena espina”, el ruido que produce el último electrodoméstico que has comprado, el perro del vecino… descubrir qué le atemoriza y procurarle un entorno tranquilo, que le devuelva su seguridad, es una de las pocas medidas que puedes tomar para que tu gato vuelva a ser la apacible mascota que siempre ha sido.
