El ronroneo de los gatos es solo una forma más de expresión de las muchas con las que el felino se comunica y manifiesta su estado de ánimo. Es un gusto oírle ronronear porque casi siempre indica que nuestra mascota se siente segura y está tranquila y feliz, pero si no lo hace no tiene por qué significar algo malo o ser síntoma de que no quiere estar contigo. ¿Tu gato no ronronea y temes que le pase algo malo?
¿Mi gato no sabe ronronear?
Los gatos cambian su comportamiento en las distintas fases de su vida. No es lo mismo un cachorro que un gato de 12 años. Esos cambios pueden afectar también al ronroneo. Hay etapas en las que parecen auténticos "motores" y otras en las que permanecen más silenciosos. No tiene mayor importancia salvo que la ausencia de ronroneo vaya acompañada de otros síntomas que indiquen que algo le ocurre: no quiere comer, no juega, se esconde más de lo habitual, le cuesta respirar…
Si este tema te preocupa, comprueba primero si realmente no ronronea, porque algunos mininos lo hacen extremadamente bajito y solo podrás notarlo acercando tu oreja a la zona del pecho y de la garganta.
Observa también si tu gato sigue sentándose en tus rodillas y “amasando” con sus patitas tus pies o tu barriga. Si lo hace, pero no le oyes ronronear, simplemente te está demostrando su cariño de otra manera.
Por último hay que recordar que nuestros gatos tienen, cada uno, carácter propio y tal vez el tuyo, simplemente, haya salido poco propenso al ronroneo. Algunos cuando son jóvenes no paran y, en cambio, de mayores dejan de hacerlo. Otros, al contrario, nunca habían ronroneado y de viejecitos se sienten más mimosos y comienzan a ronronear. No hay ninguna explicación que lo justifique. Las causas solo las conocen ellos.
