¿Por qué mi gato llora cuando me voy?

Seguro que ya sabes que tu gato es más que listo y, tal vez, has comprobado que cuando ve que te preparas para salir (el bolso, el teléfono, las llaves…) comienza a lanzar maullidos lastimeros que parten el corazón. Hay gatos más cariñosos que otros y a algunos les cuesta especialmente separarse de sus dueños. Es normal, por eso llora, porque no quiere que le dejes solo y teme que no vuelvas. Sin embargo, hay más razones por las que un gato llora cuando te marchas de casa. ¿Te gustaría entender el comportamiento de tu gato en estas circunstancias? No dudes en seguir leyendo.

¿Por qué mi gato maúlla cuando salgo de casa?

Poco se puede hacer para consolarle pero si el llanto de tu gato es exagerado, puede que exista algo más que provoca este comportamiento y no solo su temor a la soledad.

Siempre que le dejes en casa comprueba, antes de irte, que tiene agua fresca a su alcance, que su arenero está limpio y que ha comido “a su hora”. Los gatos tienen muy buena memoria y, tal vez, lo ha pasado mal en alguna de tus salidas (un despiste y, con las prisas, lo has dejado, por ejemplo, sin cenar). Quizá su llanto insistente quiera decir  “no te olvides de mí y de mis necesidades”. ¡La psicología felina es menos complicada de lo que crees!



Otro motivo habitual de llanto es el simple aburrimiento. Tu gato no quiere que te vayas porque no sabe cómo entretenerse. Antes de marcharte, déjale cerca alguno de sus juguetes (hay que renovárselos de vez en cuando) y, si tiene algún afilador de uñas de varios pisos por los que pueda trepar y jugar, mejor. Nunca está de más conocer los mejores juegos para gatos recién nacidos -y no tan pequeños, claro-.

Ante un gato demasiado mimoso, que no soporta tu ausencia, un buen truco es salir y tardar poco en volver (durante varios días, prolongando progresivamente el tiempo en el que le dejas solo). Hazlo hasta que se acostumbre y confíe entendiendo que regresarás seguro y que tu vuelta es  solo cuestión de tiempo.

Muéstrale tu cariño antes de irte, con una caricia y unas palabras cariñosas y no dejes que te haga “chantaje emocional”, por mucho que te cueste dejarle llorando. Se le pasará.

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Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


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