¿Por qué mi gato es tan posesivo conmigo?

Muchas familias que tienen un gato como mascota observan cómo, de repente, el animal cambia radicalmente de comportamiento cuando, por ejemplo, llega una nueva mascota a casa o nace un bebé. ¿Te has preguntado alguna vez por qué los gatos muestran este comportamiento posesivo hacia sus dueños? Pues como dueños de un gato, debemos entender que los gatos pueden tener celos tanto de las personas como de los animales en un determinado momento de su vida.

Y es que, cuando un gato quiere a sus dueños, lo más normal es que los considere como algo propio, y ante cualquier amenaza que pueda perturbar esa relación, ellos se vuelven posesivos y celosos. Por este motivo, cualquier cambio que los gatos puedan concebir como una amenaza hacia sus privilegios o que desvíe la atención de sus dueños, estos animales reaccionan automáticamente con un comportamiento posesivo y celoso.



Los cambios de comportamiento más habituales que muestran los gatos posesivos y celosos son los siguientes: muestran ira y enfado, gruñen o agreden a la persona o animal que les roba la atención de sus dueños, se distancian de los dueños, dejan de comer, comienzan a marcar el territorio en casa de una forma indiscriminada, hacen sus necesidades fuera de su arenero, desordenan en exceso su caja de arena, no mantienen el contacto visual con sus dueños, o se vuelven más ruidosos y exigentes que antes.

SI tu gato muestra alguno o varios de estos comportamientos, ya sabes que los celos pueden ser el motivo principal de esta conducta. Intenta prestarle cada día un rato de atención individual, por ejemplo, jugando con él, acariciándole, o acostándolo en tu regazo mientras estás en el salón. Verás como en cuestión de semanas, el animal se dará cuenta de que sigues queriéndolo como antes.

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