¿Por qué mi gato es tan asustadizo?

Los gatos son cautelosos por naturaleza, pero en ocasiones muestran un carácter anormalmente asustadizo para el que parece que no existe un motivo aparente. Sin embargo, sí existen ciertos patrones que nos pueden ayudar a descifrar este rasgo de su psicología felina. ¿Quieres saber por qué tu gato es tan asustadizo? Puede que en alguna de estas razones se encuentre la solución.

Razones por las que se asusta tu gato

Hay varias causas que pueden estar detrás del miedo de tu gato. Cuando los gatos son cachorros, la etapa de socialización es más importante de lo que parece. Si a tu casa ha llegado un minino ya adulto, no puedes saber con certeza cómo fueron sus primeros meses de vida. Esta es una de las cosas que necesitas saber antes de adoptar a un gato: puede que durante su infancia tuviese muy poco contacto con personas, y de ahí que se muestre temeroso ante la presencia de humanos.

Tal vez se dé otra razón peor, que tu mascota haya padecido alguna situación traumática (haber recibido mal trato continuo o algún golpe, el ataque de otro animal, verse acorralado, una pelea con sus propios congéneres…)



Si en tu caso ha habido un cambio repentino en el comportamiento de tu gato, intenta averiguar qué ha podido ocurrirle. ¿Lo has dejado con alguien extraño? ¿Te has mudado hace poco y tu mascota no se adapta al nuevo hogar? Hay algún aparato nuevo en tu casa que haga un ruido especial? ¿Se ha escapado y ha vuelto lastimado? Cualquier cosa puede haberle asustado y estresado haciendo que se muestre receloso. ¡Que tu gato se asuste con facilidad puede deberse a cualquiera de estas razones!

De Jongh Photography || Shutterstock

¿Cómo puedo evitar que se asuste mi gato?

Por supuesto hay gatos más o menos asustadizos, pero si existe un temor inexplicable, seguramente es por algo. Si descubres por qué se asusta tu gato, tendrás mucho ganado y con paciencia tu gato irá recuperando la confianza.  Si huye y se esconde, dale tiempo sin forzarle a salir del sitio donde se siente seguro. Háblale en tono suave intentando un acercamiento. Si se muestra atemorizado ante tu presencia, agáchate (o siéntate junto a él), de esta manera estarás a su altura y el animal se tranquilizará ante tu actitud. Evita gritos o ruidos bruscos y verás que poco a poco, con palabras y gestos cariñosos, consigues que supere cualquier temor.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No

Autor

Mariola Báez Verdú

Licenciada en Ciencias de la Información con más de 10 años de experiencia en la redacción de contenidos digitales y especializada en la elaboración de artículos y reportajes relacionados con el cuidado de animales domésticos.


7 artículos