Seguro que en más de una ocasión te has preguntado si los gatos reconocen la voz de sus dueños. Cuando llamas a tu gato, a veces viene inmediatamente pero en otros momentos te ignora de forma pasmosa. ¿Reconoce mi voz, o no?
Intentando avanzar un poco más en el conocimiento sobre el comportamiento de los gatos, dos investigadores de la Universidad de Japón han realizado un interesante estudio sobre este tema. Un sencillo experimento, llevado a cabo con 20 gatos domésticos, ha resultado de lo más revelador. Los animales escucharon una grabación con distintas voces, siendo una de ellas la de su amo. Se trataba de observar la reacción en cada caso: movimiento de las orejas y la cola, dilatación de las pupilas, intención de acudir a una determinada llamada… la conclusión no dejó lugar a dudas: Los gatos sí parecen diferenciar perfectamente distintas voces.
¿Los gatos pueden reconocer la voz de las personas?
El experimento ha venido a confirmar algo que muchos ya sospechábamos. Los gatos identifican la voz de sus dueños, otra cosa es que acudan inmediatamente y obedezcan a esa llamada. Ante una voz desconocida, su reacción física resultó casi inapreciable, mientras que ante la voz de quien les cuida a diario sí prestaban atención (orejas en punta, cuello estirado, búsqueda con la mirada).
No le des más vueltas, cuando le hablas, tu gato sabe perfectamente quien eres, pero acudirá o no a tu llamada según lo estime oportuno. Son independientes por naturaleza y el estudio intenta explicar esta conducta basándose en la época en la que el gato fue domesticado (supuestamente).
Hace miles de años, cuando el hombre inició su actividad agrícola, los gatos salvajes (gato montés) empezaron a acercarse a los primeros núcleos urbanos. Beneficiarse de las cosechas y cazar a los roedores que también encontraron en ellas su alimento fue su objetivo. Fueron los felinos los que se acercaron al ser humano porque quisieron. Tal vez por eso, no sienten dependencia de sus amos y aun reconociendo su voz, acuden a su llamada o se hacen los “orejas” según les apetezca.
