¿Cuál es la esperanza de vida de un gato con linfoma?

El linfoma en gatos es un tipo de tumor maligno que puede afectar a gatos de cualquier edad aunque hay dos momentos en los que se da mayoritariamente: en gatos bebés, con menos de dos años, y en gatos mayores, que superan los doce o catorce años. Se produce por causas diversas, cuando un determinado tipo de células, los linfocitos, sufren una alteración que desemboca en tumor maligno, es decir, en un cáncer en gatos que puede ser de varios tipos: gastrointestinal, de riñón, de médula, de hígado… Así pues, ¿cuál es la esperanza de vida de un gato con linfoma? Presta especial atención.

¿Cuánto vive un gato con cáncer?

En numerosas ocasiones, el origen del cáncer felino se encuentra en una infección provocada por el virus de la leucemia felina, aunque en otras, hay que buscarlo en causas genéticas o en otro tipo de enfermedades o infecciones.

Ante la sospecha de linfoma, habrá que realizar las pruebas analíticas y diagnósticas para tener la certeza de que el gato padece un cáncer. Determinar la esperanza de vida de un gato con cáncer es complejo porque depende del tipo de linfoma del que se trate, de su grado de desarrollo y de la respuesta al correspondiente tratamiento que dé el organismo del animal.



Los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos y de quimioterapia cada vez resultan más eficaces pero hablamos de una enfermedad grave y progresiva que, en contadas ocasiones, se consigue curar totalmente. Sin un tratamiento paliativo, la esperanza de vida de un gato con cáncer, probablemente no superará los dos – tres meses de vida. Si los fármacos y la quimio dan buenos resultados, la esperanza de vida del animal puede llegar al año e incluso superarlo, pero, poco más.

Lamentablemente, en la mayoría de los casos, el linfoma felino es una enfermedad mortal que acabará con el animal como máximo en dos años. Por su puesto, con los cuidados y con los tratamientos adecuados, en este tiempo podrá tener una calidad de vida más que aceptable. Cada caso es diferente y la atención médico veterinaria, fundamental.

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