No son solo unos parásitos realmente molestos sino que además, son transmisores de múltiples enfermedades e incluso su saliva puede causar alergia a algunos gatos, por lo que detectarlos y eliminarlos, cuanto antes, es importante. Así pues, ¿cómo saber si tu gato tiene parásitos? Presta especial atención.
Síntomas de que tu gato tiene parásitos
Las pulgas son rápidas, saltan y se instalan incluso en los animales más limpios y cuidados. Son expertas en camuflarse pero hay algunos síntomas que pueden ser indicativos de su presencia. Sin duda el primero y más evidente es que tu gato se rasca de manera inusual especialmente en la zona de la cabeza, detrás de las orejas. Además, se encuentra molesto y parece no terminar de estar a gusto en ningún sitio. Cuando detectes que esto ocurre, debes examinarle para saber si tu gato tiene pulgas o descartar la presencia de parásitos.
Observa su pelaje y su piel separando los mechones con tus dedos y comprueba si ves alguna de estas tres cosas:
- El propio “bichito”. Las pulgas son parásitos de los gatos pequeños pero visibles. Son de color marrón y se mueven a una velocidad que muchos quisiéramos.
- Huevos/larvas. Los reconocerás como pequeños puntos blancos/translúcidos que se quedan adheridos al pelo.
- Defecaciones. Se presentan en forma de minúsculos puntos negros.
Si tu gato es de pelo corto y de color claro este examen visual es sencillo y efectivo. Si tienes un siberiano, un persa o un gato de cualquier otra raza de largo pelaje, un buen truco es pasarle por el lomo, patas y cabeza un peine fino (lendrera) y colocar una toalla blanca para ver si caen los desagradables parásitos.
Si tu gato tiene pulgas, tendrás que aplicarle el correspondiente tratamiento para eliminarlas y, además, algún método para prevenirlas en un futuro (collar antiparasitario, pipetas). No olvides limpiar bien todo su entorno: su cojín, camita, las alfombras por donde su mueve… porque las pulgas no solo corren y saltan sino que se reproducen a una asombrosa velocidad.
