El embarazo de una gata dura aproximadamente dos meses desde la fecundación, pero no hay una regla exacta que determine el momento justo en el que se va a producir el parto. Así pues, ¿cómo saber si tu gata está de parto? Todos los indicios del parto de las gatas, a continuación.
6 señales de que tu gata está de parto
Aun así, cuando el alumbramiento está a punto de producirse, hay una serie de síntomas de parto en una gata que, en la mayoría de los casos, resultan evidentes.
- Unos días antes de dar a luz, probablemente tu gata preparará su “nido”. Buscará un lugar tranquilo, donde se sienta protegida: un armario, una caja, la cesta con su cojín favorito… tal vez incluso lleve hasta él algún trapo u objeto que ella considera que debe estar ahí. Sin duda, está disponiendo el mejor sitio para recibir a sus pequeños.
- Cada animal es diferente pero sea como sea tu gata, notarás en ella un cambio de comportamiento. Unas horas antes, puede que la tuya se muestre más cariñosa que nunca y te busque constantemente maullando con insistencia. Esto ocurre sobre todo en el parto de una gata primeriza. Otras, al contrario, se muestran recelosas y ariscas porque quieren estar solas llegado el momento de parir.
- En general, todas están anormalmente inquietas y nerviosas. No saben dónde ponerse y no están cómodas en ningún sitio.
- La temperatura de la gata desciende unos grados antes de dar a luz, aunque para comprobar este síntoma necesitarás haberle tomado la temperatura los días previos.
- El aviso más claro de parto inminente es físico. Si ves que tu gata expulsa por la vulva el tapón mucoso, que ha servido para sellar el útero y proteger a los cachorros, falta muy poco para recibir a la nueva camada. Puede que observes que se lame sus genitales con insistencia y podrás ver el “tapón” en forma de líquido blanquecino y viscoso.
- Cuando esto ocurra, tu gata se retirará a su nido y si te fijas verás cómo se inician las contracciones y los movimientos de su abdomen comienzan a sucederse cada pocos minutos.
